Elisabeth-Inès Stéphane d'Herbenville nació el 8 de mayo de 1874 en París. Su padre, Théodore Pécheux d'Herbenville, era un conocido cantante de ópera y su madre, Nathalie Wild,
era actriz. Con tan sólo cinco años, tras la muerte de su padre, la pequeña Elisabeth fue enviada a Moscú donde se instaló con su abuela y una tía. Las dos eras maestras y le dieron una buena educación.Cuando Inessa tenía diecinueve años contrajo matrimonio con Alexander Armand, hijo de un próspero fabricante textil con el que mantuvo una relación abierta y al que dio cuatro hijos. En 1902 se separó de Alexander y mantuvo una relación con su cuñado, Vladimir, con quien tuvo a su quinto hijo. Su relación con Vladimir le acercó a las ideas revolucionarias que ya hervían en la Rusia revolucionaria.
Inessa hablaba cinco idiomas y se había implicado de tal modo en el grupo de comunistas exiliados que Lenin la escogió como secretaria del Comité de Relaciones Exteriores del partido con el fin de coordinar a todos los grupos bolcheviques que iban surgiendo en distintos puntos de Europa.
El Día Internacional de la Mujer de 1914, Inessa Armand y otra dirigente del partido bolchevique, Konkordia Nikolaevna, daban vida al periódico Rabotnitsa (La obrera). Aquel mismo año, Lenin enviaba a Inessa como representante del partido bolchevique a la Conferencia Socialista celebrada en Bruselas. Un año después, organizaba en Suiza la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas contra la guerra.
Tras la abdicación del zar Nicolás II y la Revolución de Octubre, Inessa Armand se convirtió en un miembro activo del Partido Comunista.
En noviembre de 1918, junto a Alexandra Kollontai, organizó el primer Congreso Panruso de Trabajadoras y Campesinas al que acudieron un millar de mujeres a escuchar las propuestas de creación de guarderías, lavanderías y cocinas públicas que facilitarían la emancipación femenina. En el Congreso, el propio Lenin insistió en el carácter opresivo de las tareas domésticas y maternales asignadas a las mujeres y afirmó orgulloso que sus reformas iban a conseguir barrer “por primera vez en la historia, todo lo que hacía inferiores a las mujeres”. Inessa Armand recordaba también que “mientras no se abolan las viejas formas de la familia, la vida doméstica y la crianza de los niños, será imposible destruir la explotación y la esclavización, será imposible construir el socialismo”.Un año después, el Comité Central del Partido Comunista permitía la creación de la Jenotdel, una Secretaría de Mujeres dirigida por Inessa Armand y que tendría que encargarse de hacer realidad esos centros comunitarios.
Aquel mismo año de 1920 participó en la Primera Conferencia Internacional de Mujeres Comunistas y sacó una nueva publicación feminista, Kommunistka. Fue el número cinco de su periódico el que anunció la muerte de Inessa Armand, el 24 de septiembre de 1920. Con tan sólo cuarenta y seis años, el cólera acabó con su vida.
De manera excepcional, Inessa Armand recibió un funeral de estado y se convirtió en la primera mujer en ser enterrada en la Plaza Roja.