Dos bandas y un destino, es uno de los mejores proyectos que han nacido intramuros desde hace mucho tiempo. El destino, trajinarse a un público fiel y perdidamente seducido por unos sonidos genuinos y originales de estas dos grandes bandas. Intercalan temas propios de cada banda y temas conjuntos como “too drunk to fuck” por ejemplo. Unos entran al escenario y otros salen, un show dinámico y divertido. Es, en definitiva, una fusión perfecta de dos bandas de oro.
Yevhen Riechkalov, encargado desde el 2009 de la sección de vientos (anteriormente Óscar Ybarra -trompetista de Marlango-) ha dado una vuelta de tuerca al sonido de la banda inyectando toques de pasodoble y rumba. Divertido cuanto menos, es un sonido que según afirman los componentes, llevaban buscando hacía tiempo. Con ésta incorporación, la banda ha adquirido un sonido más original, maduro y propio con el que se muestran muy contentos y lo demuestran en sus conciertos.
Desde que “El baile final” vio la luz, la banda ha girado por la geografía nacional y parte de Europa. Por experiencia propia, Los Coronas tienen un directo jugoso, añejo y feroz que desata las sensaciones y provoca que uno se sienta protagonista de un imaginario film western.
Gracias a ellos, bandas jóvenes como Acapulco Riders o Dirty Surf entre otras tantas, han reorientado estos sonidos americanos de mitad de Siglo XX, para transformarlos en un sonido actual, renovado y altamente adictivo.
Afrontan la realidad musical con destreza y aplomo. Saben que el directo lo es todo en el panorama actúal de la música, por eso entregan todo lo que saben es sus directos.
Por otro lado, el 50% restante de dos bandas y un destino, Arizona Baby, es una banda de Valladolid formada en 2003 que ha ido creciendo a la sombra y viven ahora un merecido apogeo que muchos desearían. Javier Vielba (voz), Rubén Marrón (guitarra) y Marcos Úbeda (rítmica), giran actualmente junto a Los Coronas por España presentando su segundo disco “Second to none” publicado 2009 bajo el sello Subterfuge.
Estas bandas son la muestra de la evolución de la música en este país, es el ejemplo de cómo las bandas rompen con los supuestos “cánones” musicales impuestos desde hace tiempo y la seriedad con la que se encaran los proyectos, en esta tumultuosa época que ha tocado vivir.
Si aún no has tenido la oportunidad de acudir a uno de sus bolos, desde Achorock, te animamos a que disfrutes de estas dos bandas y te embriagues con sus sugerentes melodías.
(Jose M. Ruiz, www.achorock.com)