Una gente curiosa

Por Ane
 
Hay pocas cosas más secas que el zen. No muchas que sean más correosas y libertad es un término que parecer serle ajeno. Por otro lado, amable no es una palabra que lo defina bien, según opinión generalizada.
Y sin embargo es el auténtico y genuino arte de amar y la experiencia de la auténtica libertad en mayúsculas doradas.
Se le puede calificar de todo excepto de divertido.
Y sin embargo un estilo especial de carcajada, no del todo inocente, es el indicador fiable de la Comprensión según afirman los maestros.
La gente del zen no es buena como se espera de quienes siguen las huellas del Espíritu, más bien son “¡buenas piezas!”.
Y sin embargo adquieren con el tiempo una inconsciente y natural delicadeza, exquisita, que se manifiesta en gestos láser: mínimos, precisos y de intensidad demoledora. Tan mínimos que muchas veces son casi inapreciables si no se comparte la precisa percepción de la belleza y la armonía que resultan de la práctica. Tan demoledores que uno solo de esos detalles tiene el poder de hacer girar una vida y orientarla definitivamente.
Proclaman la Unidad, impermanencia y relatividad de todas las cosas y sin embargo afirman radicalmente que “no todo vale” y sacuden lo incorrecto sin compasión ni remordimiento.
Servidores de lo Absoluto y en Él incluidos, saben del miedo y de la osadía, de rabias y ternuras, de ignorancia y sabiduría... tanto o más que cualquier humano no entrenado en la vieja y querida práctica de estudiarse a sí mismo.
Tal vez la única diferencia sea que acogen la debilidad y ni se abandonan en ella, ni la fuerzan, ni la detestan; que sujetan el empuje de la ira haciéndose sus dueños y señores, cabalgando el tigre; que con la práctica van y vienen del caos al orden y del orden al caos siguiendo el ritmo natural de las cosas, sin inmutarse, impecables, sin miedo.
Muchos templos zen se llaman así: castillo del no-miedo. La fortaleza del no-miedo. El único lugar donde puede habitar el Amor, el huésped más exigente.
Hablaremos del no-miedo muchas más veces porque a lo mejor es la palabra clave. ¿O la clave es la fe? ¿O es lo mismo o parecido? ¿O no-miedo equivale a Amor?