Una gran tormenta puede caer este verano. Italia
Publicado el 11 junio 2018 por Manuhermon
@manuhermon
La grave incertidumbre política, el
crecimiento lento y crónico y el nivel de deuda soberana que actualmente ronda
el 160% del PIB ya son suficientes para que Italia desencadene una crisis de la
deuda. Y no hay una resolución plausible que no genere riesgos y
complicaciones adicionales.
El PIB per cápita
de Italia en 2018 es aproximadamente un 8% inferior a su nivel en
2007, el año anterior a la crisis financiera mundial que desencadenó la Gran
Recesión. Y las proyecciones del F.M.I. para 2023 sugieren que
Italia aún no se
habrá recuperado por completo de las pérdidas acumuladas de producción de la
última década.
Carmen M.Reinhart
La gravísima situación italiana, cuya
economía permanece casi inmutable, sin mejoras, desde que empezó la crisis,
puede dar un giro a peor, provocando una nueva batalla del euro. Y por
descontado afectará a España.
Demasiado grande para caer, una decena
de veces mayor que Grecia, demasiado
grande para ser rescatada. No descarten ninguna posibilidad, incluida su salida
del euro, momentánea o permanente, o la división de dos grupos de países en la
eurozona, como se contempló en la crisis Griega y de los otros sureños Italia,
España y Portugal. Ni siquiera descarten temblores en la banca alemana,
DeutscheBank está en la cuerda floja, anuncia miles de despidos.
La deuda italiana es enorme, sin
posibilidades de pago, aumentando los riesgos día a día, mientras los
inversores se lanzan a intentar ganar los últimos tramos de pasta antes de la
caída. Antes del euro su potente industria ya daba síntomas de agotamiento,
estancados en su productividad, la globalización llevó la competencia de los
emergentes a rebajar el poder de los países desarrollados, los occidentales,
aquellos que surgieron triunfadores tras la II Guerra Mundial. En la crisis
Europa cayó, sus clases medias y su aristocracia obrera disminuyó su fuerza
mientras aumentaban las clases medias de los emergentes asiáticos,
latinoamericanos y norteafricanos.
El euro terminó siendo una camisa de
fuerza para aquellos países acostumbrados a devaluar para adaptarse, caso de
España e Italia, que así resolvían problemas antiguamente. Ahora no depende de
ellos.
Y el BCE anuncia el final del programa de compra de deuda comunitaria que salvó a España e Italia, y al resto. Y los
tipos de interés subiendo en EEUU, suben el dólar y los capitales mundiales
salen de los emergentes para ir a EEUU, tormenta en los emergentes que tiran
hacia abajo la economía mundial perjudicando las exportaciones europeas,
españolas e italianas. Y en Europa no tardarán muchos trimestres en subir. Y
Trump aumentando los riesgos globales. Y petróleo en 80 $.