Ya se sabe, los yanquis a lo suyo. Y lo suyo es actuar contra quien quieran, cuando quieran, como quieran y donde quieran. Y no les hablen ustedes de que para que un ataque bélico sea legal –curioso que pueda haber ataques legales—, ha de pasar por la ONU y obtener el visto bueno del Consejo de Seguridad.
Naturalmente eso sirve para todo el mundo, salvo para USA. Y es que el pacifista Obama y sus muchachos hacen de su capa un sayo, sin importar las consecuencias, provocando esos asesinatos que de forma eufemística llaman “daños colaterales”.
Ahora se ha descubierto que en Yemen, con la excusa del terrorismo, los americanos están bombardeando el país. Sin contar con nadie que para eso son los amos del mundo, y aprovechando la guerra civil y el vacío de poder. provocado porque el presidente Saleh se encuentra hospitalizado en Arabia Saudí, ellos a lo suyo.
Si no, ¿cómo se probarían las armas nuevas? En este caso se trata de aviones no tripulados, por lo que se aseguran de que no haya bajas americanas. Sin ir más lejos, el viernes pasado, un bombardero mató a un espía, y de rebote –ya saben, daños colaterales— a cuatro civiles, Un error sin importancia, o quizá ni tan siquiera un error, poco importa la muerte ajena, cuando se trata de consolidar el poder en la zona.
Este espectáculo, de ataques encubiertos y silenciados, está patrocinado por el Pentágono, bajo los auspicios de la CIA. Y como no podía ser menos, cuenta con la absoluta aprobación del Premio Nobel de la Paz. Y es que, Obama practica un pacifismo que no es fácil de entender. Es el famoso pacifismo preventivo. Para tener paz, ya sabes, acaba con tus potenciales enemigos, aunque ello te lleve a ciertas prácticas miserables, que, al fin y al cabo, ocurren lejos de tu querido país, y la sangre no te salpica.
Salud y República