La posibilidad de dejar reflejado en un documento cómo queremos afrontar la recta final de la vida es un derecho recogido en la Ley de Autonomía del Paciente y que en cada comunidad autónoma del Estado Español ha tenido su desarrollo legislativo. Desde el punto de vista del médico especializado en cuidados paliativos, se considera que
es “una medida útil, una herramienta fantástica”.
Pero la realidad se impone. Sólo el 0,3 por ciento de la población tiene voluntades anticipadas en el Registro Nacional de Instrucciones Previas (Diario Médico. 29-IV/5-V/2013).