Una hidratación adecuada en los niños ayuda a su condición física, memoria y concentración

Por Dianacalero @mamassaludables

Los niños son uno de los sectores de la población con mayor riesgo de deshidratación. A menudo sufren vómitos o diarreas que les provocan grandes pérdidas de líquidos, y a esto hay que sumarle, que en sus primeros años de vida desconocen sesaciones como la sed, el mareo o la fatiga que provoca la deshidratación.

Una mala deshidratación puede acarrear problemas tales como baja condición física, mala concentración y memoria, o problemas de aprendizaje. Es por ello, que el ‘European Hydration Institute’ (EHI), hace especial hincapié en la correcta hidratación de los más pequeños.

Las familias y educadores tienen un papel fundamental en los hábitos de hidratación de los niños, deben ser ellos los encargados de evitar la deshidratación, y educarlos para que adquieran el conocimiento y la independencia necesaria para convertir la hidratación en una de sus rutinas diarias.

Necesidades de hidratación en los niños

Estas necesidades de hidratación varían en función de su edad. Un estudio reciente muestra que entre los 4 y los 8 años los niños y niñas deben ingerir la misma cantidad de líquido; sin embargo, es diferente entre los 9 y los 13 en cuyo caso la cantidad de líquido recomendada para las niñas es de 1.9 litros/día y para los niños entre 1,6 y 2,1 litros.

Por rango de edad estaría repartido así:

1. De 0 a 6 meses: 680 ml al día o 100-190 ml por kg al día. Procedentes de la leche materna o de fórmula.

2. De 6 a 12 meses: Entre 0,8 y 1 litro al día. Procedentes de la leche materna o de fórmula, complementado con frutas y verduras.

3. Entre 1 y 2 años: 1,1-1,2 litros al día.

4. Entre 2 y 3 años: 1,3 litros al día

5. Entre 4 y 8 años: 1,6 litros al día

La importancia de educarles en una correcta hidratación

Hasta los cinco años de edad, los niños no asimilan de forma adecuada e individualmente la importancia de la hidratación, a esta edad es cuando son conscientes de qué se siente cuando se tiene sed y de que deben beber de forma regular.

La mitad de los niños de tres años ya beben de forma adecuada e independiente, a los cuatro años el 80% tiene la hidratación como un hábito e ingieren líquidos de forma regular, y a los cinco años el 100% bebe líquidos de forma habitual.

En el primer año, el papel de los padres y educadores es fundamental para que adquieran el hábito de beber cada poco tiempo, a ellos les cuesta identificar la sensación de sed, mareo o fatiga que provoca la deshidratación.

Además, se les debe enseñar a beber de forma independiente, darles acceso y facilidades para ingerir líquidos, cómo ir al baño en el colegio, o contar con fuentes donde puedan beber durante los descansos entre clase y clase. Todo con el objetivo de convertir la hidratación en un hábito más en su vida.

Consejos prácticos a tener en cuenta (por el EHI)

1. Asegurarse de que los niños beben líquidos antes de jugar, y llamarles frecuentemente para que beban.

2. En momentos de calor, fomentar descansos en la sombra.

3. Llevar siempre bebidas frías para ofrecer a los niños. Existe una amplia variedad de bebidas que les ayudan a mantener niveles adecuados de hidratación: leche, zumos, refrescos…

4. Recordar que no solo los líquidos ayudan a mantener una hidrtación adecuada, existen alimentos con alto contenido en agua que ayudan a mantener una hidratción adecuada como son las frutas y las hortalizas.