Esta entrada del blog está maldita, así que nadie continuará leyéndola. Porque gira entorno a un tema del que no se habla, porque es un asco. La menstruación. A quién le va a interesar leer sobre semejante cosa. Eso sí, cuando las mujeres estamos de mal humor suele caernos la frasesita, "¿Qué? ¿Te va a venir la regla?", así demostrando mucha empatía e interés por la verdadera causa de esa emoción negativa que estás experimentando. El caso es que yo sí voy a hablar de menstruación porque hay lugares en el mundo en el que se sigue recluyendo a las mujeres cuando tienen la regla, como en Nepal, donde se demuestra que la educación es lo más importante de todo, que, aunque se ilegalice una práctica, las tradiciones culturales desaparecen a su propio ritmo. De hecho, encerrar en una choza de menstruación en Nepal es ilegal desde el año 2005, pero hay lugares en este territorio en el que las poblaciones aún encierran a las chicas y bajo ningún concepto se entra en la pobre casa, aunque se desate un incendio, por lo que las mujeres mueren de forma accidental. Y absurda.
Y si nos ponemos estupendos y decimos que eso pasa solo en la otra parte del mundo, recordemos por qué hay mujeres a nuestro alrededor a las que les da vergüenza decir en voz alta que hoy se encuentran mal porque está a punto de bajarles la regla. O cómo es que hay personas que todavía dicen que una mujer no debe entrar en una bodega en la que se esté fermentando el vino cuando tiene la menstruación o que la mayonesa se corta seguro. A lo mejor nos queda también mucho por evolucionar. A ver si de una vez sangrar cada mes de forma natural deja de ser una historia maldita.