Una historia más entre dos...II Parte

Por Una Mochila Abierta

Matías hizo caso a la jóven de la tienda, salió por la puerta yse dirigió calle abajo hacia la joyería que ella le había indicado,donde compró un hortero broche de oro y carísimos cristalitos  y se lo llevó a su jefe.A la mañana siguiente, a la hora del desayuno, mientras tomaba café con los compañeros, le vino a la memoria la primera imagen del rostro de Ana cuando se giró hacia él después del escándalo que había montado al entrar en su tienda…
Recordó la torpe sensación que tuvo que darle al tropezar con todo lo que se le había puesto en su camino…
No es que le gustase aquella chica, ni fijado en ella, pero tampoco podía dejar que la única vez que lo viera se llevara tan absurda impresión…
Ya entrada la tarde-noche, sobre las siete de la tarde, tras salir de la oficina, volvió a pasar por la tienda y mientras se hacia el interesado por algún artículo del escaparate ( la lámpara de lava, por ejemplo),miraba fijamente hacia el fondo del pasillo , donde  se encontraba un mostrador con una vieja máquina registradora...Y allí estaba ella...Llevaba el pelo recogido y su blanca piel resaltaba sobre la rebeca negra que llevaba puesta...
Allí estaba, recluida en su tiempo,en aquél apéndice del presente, intentando sacar cada día aquel rincón de recuerdos e historias que un día fueron propias de algún particular...
Es cuando Ana terminó de atender a un cliente y miró de nuevo a la extraña figura que llevaba un cuarto de hora mirando el escaparate desde la  calle...Matías, se dió cuenta que le observaba:
-¡ Claro !- pensó...- ¡Sé que me está mirando porque yo también la miro a ella..!.-
Así que volvió a la mirada de interés hacia...La lámpara de lava...
Ana se dirigió a la puerta, Matías se hizo el despistado sin retirar la vista del escaparate y el rabillo del ojo izquierdo  de la puerta de la tienda esperando de un momento a otro verla salir...
-Hola de nuevo-
-Hola, respondió Matías.-
- Perdona...Veo que llevas un buen rato mirando mi escaparáte...¿ Puedo ayudarte en algo?,¿ Te interesa algo de lo que ves...?
Menuda pregunta...
-¡Umm..! Bueno no en concreto ...Bueno sí , estaba mirando la lámpara.-
-¿ Te gusta?.-
-Bueno...Es...digamos interesante, curiosa, bolitas de aceite hacia arriba...Ummmm. ¿ Cuánto cuesta?-
Ana sonreía al ver cómo Matías soltaba frases tan cortas y ridículas:
- Lo siento , pero la lámpara de lavas no se vende, si quiere alguna otra cosa estaré dentro,ciao...!
Y se fue hacia el interior...
Pero esta vez, Matías no se quedó cortado y entró tras ella:
- ¡Espera!,Me los llevo, me llevo los dos batallones de soldaditos de plomo a los que ayer ataqué por sorpresa, el cochecito de cuerda y pintura metalizada que maltraté  y apunto estuve de pisar y el trenecito de las 11:45 que  se empeñó en cavar un tunel en la planta de mi pie derecho...Me llevo todo, todos esos recuerdos...