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Una historia veneciana, la gata Drusilla y Talina

Por Nazarinasociacion
Bestard-Belou, quizá...

Bestard-Belou, quizá…

En 2012, la autora británica Michelle Lovric publicó su tercer libro infantil, “Talina in The Tower”, que aún no ha sido traducido

Portada de Talina en la torre

Portada de Talina en la torre

al español. La escritora publicó su primera novela para adultos, “Carnevale”, en 2001, a la que siguió en 2004 “El libro flotante”, publicada en España por la editorial Belacqua. De momento ha escrito cinco novelas para adultos y cuatro para niños, la última en 2013. Además de escribir, diseña y edita antologías literarias, y traduce poesía latina e italiana al inglés. Reside en Londres y Venecia.

“Talina en la torre” cuenta la historia de una niña llamada Talina, hija del Guardián de Antiguos Manuscritos de los Archivos de Venecia. Es conocida como la niña más descarada de la ciudad, y también como una de las más listas. Sueña con convertirse en escritora y siente pasión por los libros de cocina y la magia. La combinación de ambas pasiones le acarreará un sinfín de problemas, como por ejemplo, cierta propensión a cambiar de forma en cuanto deja de ser razonable. No pasaría nada si se limitase a adoptar la forma de un gato, pero su fuerte carácter le juega malas pasadas…

La heroína de la novela está acompañada por la gata Drusilla, negra como una noche sin luna, y con cierta tendencia al pesimismo compensada por una lealtad y una valentía sin igual.

MIchelle Lovric

Michelle Lovric

Brolo el optimista

Brolo el optimista

Por suerte, Talina también puede contar con Ambrogio Gasperin, el hijo de un próspero librero, decidido a convertirse en abogado. Es el único capaz de reconocerla incluso cuando adopta las formas más diversas.

Luego está la signorina Tiozzo, la mejor defensora de los gatos venecianos. Alberga y alimenta a decenas de gatos en un refugio maloliente llamado Ostello delle Gattemagiole. Algo terrible ocurrió años atrás, y por eso dedica su vida a ayudar a los gatos. Entre los numerosos huéspedes de la hospedería gatuna están Bestard-Belou y Albicocco, que se dedican a meterse con los gatos más tímidos y hacerles la vida imposible. La Contessa es una aristocrática gata blanca a la que todos respetan por su elegancia y absoluta superioridad. Brolo es un simpático callejero blanco y negro lleno de optimismo que suele llevarse sorpresas desagradables.

Albicocco en todo su esplendor

Albicocco en todo su esplendor

Y por fin llegamos a los malos malísimos de la novela, los Ravageurs, extrañas y misteriosas criaturas con aspecto bastante “hienil”, invisibles a los ojos de los adultos, que recorren Venecia de noche. Carecen de modales, hablan con un acento francés muy exagerado y muy malo, además de devorar complicados platos franceses. Están convencidos de que son los amos de la ciudad. Han conseguido esclavizar a los gatos y a las ratas; sus camareros son ovejas. Pero ahora empiezan a desaparecer los seres humanos…

Drusilla entre libros

Drusilla entre libros

La libreria Acqua Alta

La libreria Acqua Alta

Shylock, el personaje de “El mercader de Venecia”, de William Shakespeare, declara en un momento de la obra que el gato “es necesario e inofensivo”. Muchos venecianos creen que los gatos ayudaron a salvar la ciudad durante la epidemia de peste de 1348 matando a las ratas.

La Contessa en un puente veneciano

La Contessa en un puente veneciano

Pero los gatos callejeros no abundan en Venecia. Dicen que la ciudad cuenta con unos 6.000 gatos, aunque la mayoría viven en casas. En los años sesenta, una turista inglesa llamada Helena Sanders se quedó atónita al descubrir el lamentable estado de la población felina de la ciudad y se puso manos a la obra con unas pocas voluntarias. A pesar de las burlas, insultos y poquísima ayuda, consiguieron reducir y controlar a los gatos para que vivieran en condiciones dignas. Existen unos cuantos lugares donde siempre hay gatos en Venecia. Uno de ellos es la librería Acqua Alta, donde además de libros muy interesantes, suele haber unos cuantos gatos echándose la siesta.

San Lorenzo(Venecia)

San Lorenzo (Venecia)

También en los alrededores de la iglesia de San Lorenzo se han instalado “dormitorios” de madera para gatos callejeros alimentados por los vecinos. La organización sin ánimo de lucro DINGO se ocupa de gestionar varios santuarios y colonias distribuidos por la ciudad y las islas. DINGO cuenta con la ayuda de veterinarios que ofrecen tarifas reducidas y con el Servicio Veterinario Público de la ciudad, cuyos recursos son bastante limitados. La organización depende mayormente de donaciones, de la venta de sus calendarios y de la recaudación en mercadillos.


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