Están como locos buscando la solución, pero no la ven porque están alienados y se han vuelto obtusos por causa de la corrupción y el abandono de la democracia, cuando la tienen delante de las narices.
La idea, brillante, es un trueque: cambiar la abstención por regeneración y avances.
Se reúne el Comité Federal y propone al PP la abstención a cambio de una serie de medidas regeneradoras y de avance social que entusiasmen a los ciudadanos y que coloquen a la opinión pública de su lado. Entonces sería el PP quien sienta la presión al verse obligado a aceptar o rechazar un programa ilusionante y esperanzador para los ciudadanos.
Y el asunto estaría resuelto. Si el PP acepta, la Historia registrará esas conquistas y avances como logros socialistas y si el PP rechaza el programa, serían ellos los que carguen, ante la opinión pública, con el rechazo y la indignación de los españoles, que les acusarían de egoístas, corruptos y de anteponer sus intereses al bien común.
¿No les parece?
Entre las medidas regeneradoras deberían ir, entre otras, las que estaban incluidas en el documento de regeneración acordado con Ciudadanos, más otras positivas y espectaculares como una subida del sueldo base, castigos ejemplares para los corruptos, incluyendo la obligación de devolver el botín, un adelgazamiento importante del Estado, recuperación de medidas sociales para proteger a los débiles y una solución presupuestaria que garantice las presiones y disipe el miedo ciudadano a perderlas.
Voy a firmar la propuesta porque es buena.
Francisco Rubiales Moreno