Una imagen que hizo eterno a Camilo Cienfuegos

Publicado el 28 octubre 2018 por Santamambisa1

Por Ruth Soto

Todo aquel que transita por la Plaza de La Revolución de La Habana puede encontrar la mirada eterna de Camilo Cienfuegos estampada en una gigantesca silueta. Y es que desde el año 2009 permanece junto a la imagen del Che Guevara una imponente escultura de metal que rinde merecido tributo al calificado por muchos como Señor de la Vanguardia.

La idea surgió justamente para recordar los 50 años de la desaparición física del Héroe de Yaguajay aquel 28 de octubre de 1959. Sólo bastó enunciar la idea para que su creador Enrique Ávila González construyera la figura en apenas 44 días, quizás por el hecho de ser recordado como un desafiante escultor, pero también por ser el artista que inmortalizó al Che y a Camilo en relieves de metal.

En la fachada del edificio del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones, podemos ver a Camilo contemplando desde la altura de 36 m la Cuba de nuestros días. Y a los pies del monumental relieve de 16 toneladas puede leerse la frase: “Vas bien, Fidel”, una sentencia dicha por él cuando el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro en su discurso del 8 de enero de 1959 le preguntara: “¿Voy bien, Camilo?”.

Genial tributo para este barbudo de eterna sonrisa que dejó atrás su natal barriada de Lawton y sus sueños de pintor para luchar en los intricados montes de la Sierra Maestra.

Los recuerdos nos lo traen con esa modestia de hombre sencillo y la grandeza de los héroes, mas también como el jaranero muchacho que amaba con pasión el béisbol y un fanático de las causas justas.

El ímpetu siempre lo acompañó y por ello vino desde México junto a la tripulación del Granma para emprender la lucha contra la represión de Batista en Cuba. Y así la Sierra Maestra vio hacerse grande a Camilo en aquel bautizo de fuego en Alegría de Pío, en la invasión de Oriente a Occidente o en la toma de la fortaleza Militar Columbia.

Sus virtudes como guerrillero le valieron la condición de Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde, un hombre que fue símbolo por su ejemplo, igualmente por caminar junto al pueblo de quien se ganó su simpatía porque en su personalidad de Comandante siempre había una gran sonrisa.

Hoy 28 de octubre cuando se cumplen un año más de su fallecimiento no pocos cubanos irán a coronar el mar con flores para recordar que allí fue donde se nos perdió Camilo, y asimismo habrá alguno que quizás al levantar la mirada hacia aquel relieve de la Plaza de la Revolución José Martí de La Habana lo recuerde más vivo que nunca porque esa maravillosa escultura de metal nos dejó para siempre al Capitán tranquilo de sombrero alón.