Conocí a Nina Zilli este mismo verano, a través del 'No Son Horas', un gran programa de radio de Onda Cero llevado por el simpar José Luis Salas en una de esas calurosas madrugadas en las que no se puede pegar ojo y en las que no queda otra que pasar el rato escuchando la radio…
Pues bien, allí me encontré con ella. Una mujer que no es nueva en esto de la música: de formación musical clásica ya desde bien pequeñita ejercitando canto lírico y piano, pasó su infancia y juventud entre Irlanda y Estados Unidos, sitios que evidentemente marcaron profundamente a Nina y que propiciaron en ella el desarrollo de una concepción y unos gustos musicales mucho más amplios. Allí por ejemplo es donde adquirió el gusto por la música negra (el Rythm and Blues y el sonido Soul de la legendaria Motown) por el Reggae y Ska procedente del Caribe, y cómo no podía ser de otra forma (en este caso vía familiar), por la música italiana ligera y romántica de los años 50 y 60.
Ya a su regreso en Italia y tras diversos vaivenes y peripecias musicales que no vienen al caso, al final acabó firmando en 2009 con una gran discográfica como es la Universal, para un año después publicar el que es su primer álbum grande, titulado ‘Sempre Lontano’.
Entre algunos miembros de la crítica se considera que Nina Zilli forma parte de la cada vez más numerosa lista de sucesoras e imitadoras de la recientemente fallecida Amy Winehouse pero creo, personalmente, que esas voces están equivocadas ya que los orígenes y los puntos de partida de una y otra artista se sitúan en dos polos bien opuestos: en Amy, heredera de la oscura, desapacible y neblinosa Londres predominó además o quizá por todo ese ambiente un sentimiento trágico de la vida y de la música (que la ha llevado donde todos conocemos), mientras que en Nina ha triunfado y triunfa una concepción vital más luminosa y brillante procedente del Mediterráneo y del Festival de San Remo.
No hay muchos más nexos que el de la música negra. Punto.
El sencillo “50 Mille” ha sido hasta ahora sin lugar a dudas el éxito más reconocido de Nina, pero mi favorita del verano de lejos, la clásica y vibrante “L´Uomo Che Amava Le Donne” :
¡Que os guste!