Una joya nutricional

Por Sante

Las pipas de calabaza son muy valoradas por sus propiedades medicinales y alimentarias desde la antigüedad. En el aspecto nutritivo, las pipas de calabaza nos ofrecen ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6, hierro, zinc, magnesio, potasio y vitaminas, como la vitamina A y la E entre otras.

En el aspecto medicinal, las semillas o pipas de calabaza gozan de diversas aplicaciones, destacan los especialistas su uso para tratar o prevenir determinadas afecciones de la próstata gracias a la cucurbitina, un aminoácido esencial que actúa sobre el sistema urinario y sus dolencias.

Pueden ayudar a prevenir los cálculos renales, combatir los parásitos intestinales, estimular las funciones del páncreas regulando los niveles de azúcar en sangre, ayudar a eliminar la mucosidad de los pulmones e incluso a mejorar o prevenir algunos trastornos anímicos, esto pude ser gracias a que un gramo de proteínas de las pipas de calabaza contiene más triptófanos que un vaso de leche.

Todos podemos beneficiarnos de las excelentes propiedades que nos ofrecen las semillas de calabaza, además del aceite que se extrae de ellas y que cada vez es más apreciado. Éste lo podemos comprar, igual que las pipas de calabaza, tanto crudas como tostadas, pero también podemos aprovechar las semillas que extraemos de las calabazas que vamos a cocinar.

Hay varias formas de prepararlas para convertir las pipas de calabaza en un aperitivo delicioso, además de poder incluirlas en ensaladas, en salsas, en vinagretas, en la elaboración de pan, bizcochos, magdalenas, galletas, etc.

Según la aplicación que le quieras dar, se aderezarán con unos u otros ingredientes. Disponiendo de las pipas de calabaza ya limpias se pueden aderezar con mantequilla, sal, pimienta y las especias que desees. Se introducen en el horno a 175º C durante 40-50 minutos hasta que estén doradas y listas para su consumo.