Del estreno se ha escrito ya mucho y bien desde antes incluso del domingo, por lo que me limitaré a enlazar (lo de poner links que llevan a "la fuente") con los especialistas y a dejar solo mis impresiones personales y rápidas al llegar a casa.
No sólo de Puccini, Rossini, Verdi o Donizetti (vale, también Bellini) deben llenarse las temporadas líricas, aunque nos gusten "mucho a muchos". Wagner en Oviedo no era habitual por la propia e historica punga con Gijón (como la propia con Verdi, o el mismísimo Sporting) pero cuando se apostó casi siempre ha salido bien. Otro tanto sucedió con Richard Strauss y su Elektra, o más recientemente el Barroco. Janacek y su Jenufa fueron referencia, así que esta Katia suponía consolidar la apuesta.
Personalmente me gustó en conjunto y podría calificarlo de digno y aseado, aunque guste "poco a pocos". Para los nuevos aficionados sin prejuicios ni bagajes que pesen, lo visto y oído ha estado bien. En los veteranos, como en los toros, me consta que hubo división de opiniones, incluso alguno protestó en un nivel sonoro más que maleducado.
La puesta en escena resultó sencilla, lúgubre como la iluminación y el vestuario, acorde con ese ambiente claustrofóbico y ceñido a la época en la que se ambiente la obra. No se puede pedir "más con menos".