Una lágrima para el juez, Luis Gonzáles Zenteno

Publicado el 16 julio 2015 por Luaryai
UNA LÁGRIMA PARA EL JUEZ
Luis Gonzáles Zenteno
Editorial Orbe
158 páginas
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Una lágrima para el juez encierra en sus páginas la historia de un parricida que sólo recibió, en su infancia humilde y aporreada, el triste ejemplo de su progenitor, un borracho consuetudinario que hizo de la vida de su madre un calvario de cotidianos maltratos, propios de un degradado por el vicio del alcohol, convirtiendo finalmente a la pobre mujer en una de tantas victimas que arrastran su existencia en los suburbios de la gran ciudad.

Leí este libro hace varias semanas la verdad, y fue súper gracioso (no para caerse de la risa, pero se entiende el concepto de gracia como algo también que genera una sonrisa, y puede ser irónico o paradójico, en fin), porque es, digamos un libro correspondiente a la historia de Chile que es justo después del libro que había leído antes, aka La vida simplemente de Oscar Castro.
Abel Rodríguez es un secretario y juez, y está a gusto con su trabajo pues lo ejercía con vocación. De alguna manera podía ver al hombre como todo lo que era: alguien imperfecto y lleno de flaquezas. Quería, también, ser participe de la responsabilidad que en él delegaban, y a pesar de que esto no le llenaba el alma, al menos lo conformaba. Había sido criado en una familia sumamente católica, y la religión le ofrecía consuelo luego de presenciar tanta inconsciencia humana. Esta vez, sin él saberlo, llegaría a la comodidad de su hogar para enfrentarse a una de los casos más difíciles de su vida.
Julio comienza a narrar su historia desde los cimientos, narra su niñez y como fue vivir con su abuela invalida, su madre y su padre abusivo. Y así transcurre el tiempo, en una época terriblemente machista, dónde la mujer apenas tenía derecho a levantar la cabeza, y la mano del hombre pesaba más que ninguna otra, pasando por su infancia, adolescencia, adultez y total madurez.
El hombre está en un despeñadero y para sacarlo de ahí tenemos que indicarle el camino de la verdad. Si él no lo sigue, no es nuestra culpa. A los cerdos les gusta chapotear en el fango
Como adelanta la sinopsis, Julio es un parricida, por lo que no es ningún spoiler decir que este relato es un manuscrito al juez Abel, justificando el por qué Julio no debería ser condenado a muerte tras asesinar a su padre.Una lágrima para el juez, o una suplica para el juez, una excusa, una razón, un por qué.
¿Te has dado cuenta de que la vida no es tan mala? —me preguntaba. —No, no es mala. Somos nosotros la que la enturbiamos, pero hace falta un esfuerzo, un impulso para saltar los obstáculos.
Tiene una prosa narrativa tan deliciosa, que es puro placer visual-orgasmico leer esto, es lo que se podría definir como pornografía en letras. Luego de varias semanas de haberlo acabado llegué a la conclusión de que no es tan buen libro, porque como que le faltó contenido. Una conclusión, más información. Pero como dije antes, está increíblemente bien escrito y me encantó leerlo.
Está tan lleno de modismos chilenos, que hasta yo me perdía. Tiene picardía y un humor simpaticón. Pero también está cargado de crudeza y compasión. El acto de matar a un hombre es irrazonable, hasta que se presentan casos como estos, donde violadores, asesinos, terroristas (separados, juntos y también todos a la vez) son las victimas y a la vez siguen siendo dignos de un juicio. La reflexión grande que se puede concluir de acá es más o menos eso, justificar lo injustificable y bajo que criterios. Este libro logra exponer un caso que, si bien aun hoy en día no es raro ver en las noticias, pocas veces se conoce a fondo toda la historia. ¿Se puede juzgar a alguien sin conocer su pasado? este libro nos dice que no, socialmente sabemos que no, ¿y la ley? «DURA LEX, SED LEX».
Un libro que probablemente no encontrarán en ninguna parte (sobre todo si no son de Chile) lo cual es una pena. Pero si por aquellas casualidades de la vida, visitan una librería de segunda mano, o lo ven en algún evento de Liberación de Libros, no duden en correr a buscarlo.
Azul.