Hace unos años -no tantos- había una "competición" a nivel de la calle para ver qué ciudad, si Barcelona o Madrid, tenía más habitantes. La idea general era que, cuanta más población, más importante y poderosa era una ciudad, pero los parámetros de calidad de vida o de riqueza personal eran totalmente ignorados y simplemente valía la cantidad de gente que cabía. Esto que parecería algo inocente y sin importancia, denota el arraigo en la sociedad del pensamiento de que "cuántos más habitantes, mejor" totalmente desfasado y típico de finales del siglo XIX, pero que se ha mantenido hasta hoy día. Sólo con esta idea se entienden las declaraciones de Mariano Rajoy respecto que los países pequeños no tienen peso específico cuando, por ejemplo, Luxemburgo tiene un salario mínimo de 1.874,19 euros (2013). Todo dicho.
Hospitalet ha crecido a golpe de ola inmigratoria y, no olvidemos, a golpe de especulación. La especulación y el pensamiento de "cuánto más, mejor" llevó a los últimos ayuntamientos franquistas a hacer unas previsiones de población para la ciudad de hasta 600.000 personas para el año 2000. Los servicios y la calidad de vida tanto daba, ya que lo único importante era la cantidad de personas que vivían.
Con el advenimiento de la democracia y la lucha vecinal, este desenfreno constructivo de querer convertir L'Hospitalet en una lata de sardinas, parecía desvanecida totalmente e incluso los urbanistas, durante los años 80, no veían mal que L'Hospitalet bajara de población, ya que en 1981, la ciudad había llegado casi hasta los 300,000 habitantes. Desde entonces la población descendió hasta 241.000 en 2000 y vuelto a subir hasta los 265.891 en 2010, lo que significa una densidad de población de 21293 hab./km2. Pero la verdadera gravedad del problema la veremos si comparamos los datos.
Si le preguntamos a cualquier hospitalense sobre cuáles son las ciudades más masificadas del mundo, es muy posible que mencione ciudades como México DF, Tokio, Shangai, El Cairo, Nueva Delhi, Bombay o Nueva York, dada la gran población que tienen. La sorpresa nos la llevaremos cuando vemos cuáles son sus densidades de población:
- México D.F. : 5862 hab./km2
- Tokio: 6016 hab./km2
- Shangai: 2683 hab./km2
- El Cairo: 38596 hab./km2
- Nueva Delhi: 9294 hab./km2
- Bombay: 20694 hab./km2
- Nueva York: 6731 hab./km2
Pues bien, estos tremendos datos son perfectamente conocidos por la administración local y, sin embargo, la política que se está llevando a cabo en la ciudad es la de "faltan viviendas". ¿Cómo pueden faltar viviendas en una ciudad en la que, para tener la densidad de Barcelona (16146 hab./km2), le sobran 70,000 personas? Porque, en vez de construir indiscriminadamente, no existe una política activa de reducción de densidad de los barrios más afectados? Porqué no limitar legalmente la población máxima que pueda admitir L'Hospitalet para evitar que venga algún "iluminado" (o iluminada, no hay que ser sexistas) y pretenda volver a encastrar 600.000 personas en los 12'5 km2 de nuestro territorio?
Tantos habitantes, tanto dinero en los bolsillos municipales. Posiblemente obtengan por ahí la respuesta.
Traducción al castellano del original en catalán publicado en Gent de l'Hospitalet el 11/7/2013
¿Una lata de sardinas o la ciudad de L'Hospitalet?