«La filosofía de Ateísmo expresa la expansión y el crecimiento de la mente humana. La filosofía de teísmo, si podemos llamarla filosofía, es estática y fija. Incluso la simple tentativa de perforar estos misterios representa, desde el punto de vista teísta, la no creencia en la omnipotencia que todo lo abarca, e incluso una negación de la sabiduría de los poderes divinos fuera del hombre. Afortunadamente, sin embargo, la mente humana nunca fue y nunca puede estar vinculada por fijezas. De ahí que se está forjando en su marcha incansable hacia el conocimiento y la vida. La mente humana se está dando cuenta "que el universo no es el resultado de un mandato creativo de alguna inteligencia divina, de la nada, produciendo una obra maestra caótica en perfecto funcionamiento", sino que es el producto de las fuerzas caóticas que operan a través de eones de tiempo, de enfrentamientos y cataclismos, de repulsión y atracción cristalizado a través del principio de la selección en lo que los teístas llaman, "el universo guiado en el orden y la belleza". Como Joseph McCabe bien señala en su Existencia de Dios: "una ley de la naturaleza no es una fórmula elaborada por un legislador, sino un mero resumen de los hechos observados -un 'conjunto de hechos'. Las cosas no actúan de una manera particular porque hay una ley, sino que establecemos esa 'ley', porque ellas actúan de esa manera"». La filosofía del ateísmo (1916) [Extracto del ensayo escrito por Emma Goldman] Enlace permanente PensadorEmmaGoldman