Una madre sin superpoderes: el making off

Publicado el 03 abril 2013 por Molinos @molinos1282


Te pones a escribir un blog sin ninguna pretensión, simplemente por probar, por ver si sabes hacerlo, porque una amiga te anima “abre un blog y escribes esas historias”. Empiezas casi sin querer, con vergüenza y pensando que no se te va a ocurrir nada.
Y hay días que no se te ocurre nada, pero entonces siempre haces lo mismo dices “Este blog se llama Cosas que (me) pasan... ¿Qué me pasa hoy?” y justo ese día te pasa que no puedes más de tus dos hijas de 3 y 4 años y medio, estás saturada de las dos y de todo lo que conlleva, de tener más de la mitad de tu memoria útil cerebral todo el dia ocupada en ser madre y decides escribir sobre ello porque estás hostilizada.
Pasan los meses y sigues intentando hacerte a la idea de que eres madre y como cada vez tienes menos vergüenza, decides crear una etiqueta y empezar a dejar por escrito una serie de pensamientos sobre el tema, un decálogo nada menos y además lo escribes otra vez bastante hostilizada por un entorno que está muy coñazo con el tema “ser madre”.
Pasa un año, pasa otro, pasa otro y cuando llevas cuatro años escribiendo y lo que es aún más increíble con un montón de descerebrados a los que parece que les mola leerte, empiezas a pensar que a lo mejor deberías hacer algo con todo ese material que tienes escrito. No tienes muchas expectativas, a pesar de los comentarios palmeriles del tipo “escribe un libro”, “publica los maternitys” “queremos un hijo tuyo”, “Moli for president”. Piensas que escribir un libro con sus tapas y sus hojas y su olor es una cosa muy seria y sinceramente no te ves muy capaz.
Y mientras andas cavilando esas cosas, un buen día (el 15 de marzo de 2012) abres el buzón y te encuentras un mail de una descerebrada desconocida, que comenta con asiduidad pero a la que no conoces de nada. Lo abres y te caes al suelo del susto.
Moli, creo sinceramente que deberías plantearte publicar los posts de Maternitys. Conozco el mundo editorial y puedo ayudarte a preparar el proyecto en una primera fase...luego ya veremos”
Dejas de respirar un par de minutos y todo. Al recuperar la consciencia y el control corporal respondes: “Siiiiiiiiiiiiii
A partir de ahí todo es trabajo y más trabajo. La descerebrada editora es encantadora hasta el infinito y más allá pero muy profesional asi que casi cada día tienes un mail con instrucciones de trabajo, con documentos a preparar, a reescribir, con cosas para pensar. Todas de mucho vértigo, porque una cosa es escribir un blog y más cuando ya llevas cuatro años y otra cosa es ver tus bobadas en papel y pensando que lo va a leer un editor con gafas de pasta y un boli y al que hay que convencer de que tu libro mola para que ponga en el margen: SI LO QUIERO.
Para empezar tienes que releer todo lo que tienes escrito y eso es durísimo. Por un lado es aburrido releerte, por otro lado a veces da un poco de vergüenza, otras no te reconoces, otras no das crédito a que tú escribieras eso, bien porque te parece horrible (la mayoría de las veces) o bien porque te parece fabuloso (las menos de las veces). Es un tobogán emocional que te deja bastante exhausto. Preparado el documento inicial de “Querido editor, lea mi proyecto por favor” viene la parte de sentarse a esperar.
Primero tienes un NOLE. Luego tienes otro NOLE. Después viene un NS/NC
Y después, por sorpresa, La Esfera dice
Perdón por la tardanza, ¿cuando puede venir la autora a una reunión?”
Teniendo en cuenta que la “tardanza” han sido 6 días poco te falta para bailar alrededor de tu coche en una cuneta de la M50 que es donde lees el mail. Eres prudente y esperas a llegar a casa para cantar y bailar y entusiasmarte hasta el infinito.
Ni que decir tiene que duermes tirando a nada hasta que llegas a la reunión con tu mejor pinta de escritora seria y segura. Es decir, como un flan.
Por si no lo sabéis, los de La Esfera trabajan en un sitio molón en Madrid en unas oficinas llenas de luz superchulas con muchísimos libros y que dan mucha envidia y ganas de quedarse a vivir allí.
-¿Eres Molinos?-Si..soy yo.- Encantadas de conocerte, que sepas que tenemos aquí una superfan tuya...una descerebrada como dices tú. - ¡Si!! Soy yo..y no sabes la de veces que hemos hablado de ti...
El descerebramiento se está extendiendo como una plaga, pero gracias a Dios no afecta a la profesionalidad de los infectados, así que tienes una reunión superchula donde consigues relajarte tanto que acabas haciendo un poco el payaso, riendo mucho y sales con el compromiso de firmar un contrato para escribir un libro.
Escribir un libro. Palabras mayores.
Tienes el material, tienes los personajes, tienes la historia pero hay que reordenarlo, revisarlo, recolocarlo, corregirlo y añadir cosas nuevas y te pones a ello.
Y no tienes tiempo. Porque hay que currar, hay que atender a las princezaz, hay que intentar seguir leyendo y para cuando consigues un ratillo...no te apetece, te parece una tarea de titanes. Y procrastinas mogollón. Ahora voy a cocinar, o a jugar con las princezaz o a ordenar un armario o mejor un post para el blog que no puedo dejarlo. Mejor mañana. Y mañana no puedes porque hay médico, o fútbol o hay que hacer la compra o sencillamente no puedes con tu alma. Pero poco a poco, sacando ratos cuando puedes y dedicando los fines de semana a sentarte delante del ordenador consigues un primer borrador. ¡Lo tengo! piensas.
Lo envías, esperas y te convocan a otra reunión y te dicen que “Si...pero...”
Vuelta a empezar. Otra vez a escribir, corregir, reordenar desde cero. Esta vez no puedes permitirte más rechazos, así que te lo tomas en serio. Sábados y domingos intensivos. Por las mañanas ordenador y café con leche y por la tarde ordenador y GT, rollo Sue Ellen. Escribes, paseas, procastinas, te desesperas, vuelves a escribir y encima de todo esto no comentas nada por si acaso no sale. Por una vez decides no ser bocachancla.
Lo terminas otra vez. Fin. Ahora sí que sí.
Lo envías, esperas y “Estupendo. En breve te harán el primer pago”.
Bailas en círculos, cantas y te tomas otro GT para celebrarlo. Te relajas porque ya has terminado, porque ya tienes los fines de semana para hacer lo que sea que hacías antes de meterte en este embolado.
Llega la Navidad, tu familia da saltos de alegría cuando se lo cuentas, algunos se sorprenden ¿tienes un blog? ¿salgo yo? Las princezaz están cada vez más nerviosas y cuando crees que ya no pueden estar más atacadas, tu adorable editora tiene una genial idea: “Moli, ¿Qué te parece si ilustramos el libro con dibujos de las princezaz?”
La casa entera empapelada de dibujos, interpretaciones, reinterpretaciones y discusiones sobre qué dibujo es más bonito y cual más feo. Cuando estás a punto de morir sepultada en dibujos terminas la selección y parece que por fin llega la calma, ya puedes relajarte y esperar a que salga el libro.
Ha llegado tu momento. Te vas a gastar la pasta del libro en un superordenador, te lo compras y esperas a que te llegue a casa. Y llega, justo el día en que llegan también las galeradas de tu libro con una nota de tu editora, que ese dia no te parece tan adorable: “Moli, hoy es jueves, las necesitamos corregidas el lunes”.
Miras tu Moliportatil nuevo. Tu portátil nuevo dice “úsame”. Miras las galeradas. Las galeradas dicen “somos trabajo”. Lloras. Coges la ginebra, el café y el boli rojo y te sientas a corregir.
No hay nada peor que corregir galeradas. Jamás pensaste que serías capaz de decir esa frase con conocimiento de causa, pero ahora lo sabes. “Galeradas” debe venir de galeras, de sufrir muchísimo.
Ver tu trabajo en papel, releerte una vez más, encontrarte mil errores, mil expresiones espantosas, mil cosas que hasta a ti te suenan raras, tachar, escribir, corregir, poner asteriscos, añadir y llegar al final pensando..."pufff...madre mía”.
Lo llevas a la editorial y preguntas si ya puedes comentarlo en el blog. “Mejor no, espera un poco”.
Sigues guardando el secreto aunque te está costando muchísimo. Quieres contárselo ya a los descerebrados que como son tan descerebrados van a dar saltos de alegría la mayoría y otros sonreirán y otros tendrán la oportunidad de meterse contigo y despellejarte viva..pero no puedes todavía.
Pero ya te mandan la portada, una portada preciosa (Mami, ese sillón es superchulo que te lo regalen) hecha por un ilustrador fabuloso y que a pesar de no conocerte de nada ha conseguido sacarte a tí y a tus princezaz muy “vosotras” y ya no puedes más.
Lo cuentas en el blog. Posiblemente sea el post que más nervios te ha provocado al escribirlo y cuando le das a “postear” temes por un momento que te vaya a dar un infarto de lo atacada que estás.
Ja. No tienes ni idea.
Atacada, infartada y llorando a lo Candy Candy te encontraste ayer, cuando al llegar a casa, por fin te encontraste con tu libro, TU LIBRO en tus manos.
Sin los descerebrados, sin vosotros, todo esto habría sido imposible.
Un millón de gracias a todos.
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