
Los hechos apuntan a un posible tráfico con embarazadas del país africanoSabedora del proyecto en ciernes, la policía montó en los primeros días de septiembre de 2011 una operación en el Hospital Universitario de Ceuta. Allí detuvo a Antonio G., a su mujer Vanesa y a la parturienta. El bebé que trajo al mundo quedó bajo la guarda y custodia del Gobierno de la ciudad autónoma. Junto a Sara P. M., en este entremado actuaron también como mediadoras, intermediarias y traductora, la madre de la embarazada (Safia M., declarada en rebeldía) y otra ceutí de 26 años, Uarda H. M., que además se comprometieron a hacerse cargo de la gestante en territorio español hasta que diese a luz. Uarda, según la sentencia, no fue intermediaria, “sino que ejerció exclusivamente funciones de intérprete entre las partes” implicadas.Mounia, la joven madre de Tetuán que se arrepintió de vender a su hijo, ha sido condenada a mes y medio de multa a razón de tres euros al día, al haber apreciado la juez “la circunstancia atenuante muy cualificada” de que denunciase la trama. Vanesa, la malagueña que tanto deseaba ser madre, logró quedarse finalmente embarazada tras un largo tratamiento médico. El embarazo y el parto resultaron complicados hasta tal punto que la mujer pasó recientemente dos meses en la unidad de vigilancia intensiva de un hospital, según informa el abogado Gil Pacheco.