A través de un anuncio en internet una madre pone en venta a su hijo no nacido.
El anuncio publicado en internet ofreciendo la venta del niño es el siguiente:
21de enero de 2013. “Buenas noches, me llamo M y tengo 26 años. Estoy embarazada, me enteré hace una semana y por mis cálculos estoy embarazada de tres meses...quisiera encontrar una familia para el futuro bebé, yo ya tengo una niña pequeña de cuatro añitos nacida sana. El problema es que yo no tengo la posibilidad de criar otro niño pequeño...nunca me hice un aborto y siempre estuve en contra de él y después de cuatro añitos me quedé embarazada y quisiera una familia buena y bien posicionada financieramente para ayudarme y para ofrecer al niño una vida mejor sin que le falte de nada. Yo no me puedo permitir criar otro niño pequeño...yo me divorcié hace dos años...después de un tiempo yo traté de tener una relación pero lamentablemente fracasó y yo me quedé con un bebé...ni esa persona ni mis padres saben que yo estoy embarazada...por favor de corazón las personas serias que deseen entren en contacto conmigo en esta dirección de correo: “......@yahoo.com”
Entiendo procede aclarar que tuve grandes dificultades para lograr traducir el mensaje original, escrito en rumano obviamente, pues el mismo fue redactado con una pésima estructura gramatical y repleto de faltas de ortografía. Incluso en un primer momento llegué a pensar que estaba ante un cierto grado de involución en mi dominio del rumano, cosa que pude comprobar no era en modo alguno así gracias a colegas que me confirmaron que ni ellos mismos, siendo rumanos, lograban entender claramente el anuncio publicado en internet.
Los reporteros del periódico Ring entraron en contacto con la madre vendedora a través del correo electrónico el cual se reflejaba en el anuncio, y se comprobó que utilizaba un nombre falso como también otros detalles que no coincidían con la realidad. Los reporteros le escribieron diciendo que eran una familia acomodada de Bucarest que no podían tener hijos; en poco tiempo recibieron respuesta a su mensaje por parte de la madre que intenta vender a su hijo:
“Yo ya tengo una hija pequeña de cuatro y quisiera una vida mejor para ella...mi oferta es de 10.000 euros, hacemos los papeles legales y todo lo necesario para que éste bebé que espero sea vuestro”
Los padres compradores se encuentran con la madre vendedora.
Dos semanas después de haber entrado en contacto con la madre que intentaba vender a su hijo, los reporteros lograron la tan ansiada entrevista cara a cara con ella; la cual se produjo en una cafetería de Constanza. La madre que pretendía vender a su hijo no nacido, se presentó a la entrevista con los presuntos padres adoptivos acompañada de su hija de cuatro años, y explicó que deseaba recibir 5.000 euros por adelantado para poder cerrar el trato. Dicho dinero sería para poder mudarse de casa de sus padres y realizarse exámenes médicos para controlar su embarazo. El resto del total pactado por la venta de su hijo, es decir 5.000 euros, deberían ser pagados por los padres adoptivos al nacer el pequeño.
Al poco tiempo los presuntos padres adoptivos interesados en la compra del bebé, los cuales recordemos eran los periodistas, le manifiestan que han perdido interés en dicha compra. La respuesta a los reporteros por parte de la presunta madre desesperada por vender a su hijo, parecía más propia de un hombre de negocios: “yo soy una persona correcta y sincera; ustedes son personas indecisas y yo tengo varias ofertas”.
Vale decir que la joven madre hoy día vive con sus padres, luego de un matrimonio desafortunado y de vivir algunos años en el extranjero en dónde trabajaba para sacar adelante a su primera hija. A su regreso a Rumanía mantuvo una relación con otro hombre, la cual ocultó a su marido y familiares; precisamente de dicha relación surge el embarazo no deseado y el motivo de que hoy sea centro de atención de los medios y de la polémica. Su precaria situación económica propició que la joven madre tomara la decisión de poner en venta a su hijo a través de un anuncio en internet.
Una vez publicado el reportaje de investigación y que la venta de un niño a través de internet provocara la polémica, la madre vendedora del niño amenazo a través de un SMS a la reportera que se hizo pasar por madre adoptiva: “Gracias por todo. Los voy a demandar porque no tenían ningún derecho de hacer esto!”. Al no encontrar respuesta alguna por parte de los periodistas, la madre que pretende vender a su hijo continuó insistiendo, esta vez enviándoles mensajes de texto con insultos: “Que seas maldecida de por vida idiota del demonio, y que lo que te han pagado por hacer el reportaje te sirva para comprarte velas!”
Recientemente, los reporteros del periódico Ring también demostraron lo sencillo que es por ejemplo comprar óvulos de una mujer por apenas 1.000 euros; como también comprar órganos diversos, un trozo de hígado por 12.000 euros, un riñón por 15.000 euros o un testículo por 50.000 euros. Lo realmente curioso y hasta surrealista de los resultados de la investigación, es que parece ser que el precio de una vida en comparación con la de un órgano es mucho más barata.
Como consecuencia de la publicación de la investigación llevada a cabo por los periodistas de Ziarulring, la Policía Judicial del Distrito de Constanza abrió una investigación oficial sobre el hecho. Bogdan Paduraru, vocero del IPJ (Inspectoratul de Politie al Judetului), manifestó al periódico Ring que habían comenzado las diligencias del caso y se estaban valorando las posibles acciones legales a tomar por parte de dicha institución.
En mi opinión personal tampoco hay que rasgarse las vestiduras, porque cualquiera que se mueva un poco por los países de la Unión Europea sabe muy bien que se compran niños por mucho menos dinero, como también fusiles de asalto a estrenar e incluso, si se le pone un poco de ganas al asunto, igual uno se hace hasta con alguna dosis de gas sarín.
Cuando publiqué tiempo atrás en costalerena.com un artículo sobre la venta de seres humanos, no fueron pocos los que me etiquetaron de exagerado e incluso pusieron en duda muchas de mis afirmaciones. Debo confesar que la denuncia pública realizada por el periódico Ring sobre la venta de un niño a través de internet en cierto modo me reconforta, no precisamente por el hecho en sí, el cual me resulta bizarro en toda regla, sino por contar con una prueba de que muchas de las cosas que afirmé en mi articulo son ciertas, y porque queda claro que si las escribe una nadie como yo es probable que sean mentiras o inventos, pero si lo hace un medio de prensa seguro que es verdad.
Es lo que hay, así se piensa en nuestras sociedades y así es como funcionamos.Tampoco se crea nadie que la venta de niños se realiza solo en países como Rumanía o del Este de Europa; insisto, cualquiera que indague un poco, comprobará que en muchos de los países de la UE uno puede comprar no solo un niño, también adolescentes o incluso adultos como si fueran simples objetos materiales.