Hoy vamos a demostrar cómo dos personas pueden vivir una realidad de manera totalmente distinta. Nuestras protagonistas enfrentan los mismos acontecimientos pero sus pensamientos ante estas circunstancias distan mucho de ser iguales. Es un ejemplo muy claro de lo que suponen las distorsiones cognitivas en nuestro pensamiento y por tanto en nuestras emociones y cómo esta cadena de pensamientos nos presenta una realidad errónea:
Cuando por fin llego al trabajo cinco minutos tarde, mi jefe me dice que ayer hice un buen trabajo. Como si no le conociera bien, lo ha dicho con la boca pequeña para que presente un informe positivo a la dirección. Para más inri mi compañera que es una cotilla ha estado toda la mañana hablándome de sus problemas, como si no tuviera yo bastantes ya. No tengo otra cosa que pensar, el sábado tengo la comunión de mi sobrina y aún no me he comprado el vestido ni los zapatos. ¡¡Qué pereza!!. Veré a mi cuñado que no soporto y soltará la frasecita que vaya vida que me pego trabajando solo por las mañanas, con lo que curra y viaja mi marido. Y al final es verdad, pobrecito con la maleta para acá y para allá. Yo al fin de al cabo estoy en casa y duermo en mi cama, pero mi sueldo viene bien para pagar la hipoteca y poco más, la verdad. Aunque a ver cuánto dura y con mi curriculum, dónde voy yo a mi edad, por mucho licenciada que sea, no sirve para nada de nada.
En la reunión de las dos con el jefazo, me he puesto histérica, mi corazón iba a mil, he hablado gangosa y con las ideas descolocadas, menos mal que mi jefe conoce mi proyecto mejor que yo y por eso le he dejado hablar todo el tiempo, por si yo me ponía más nerviosa. El sandwich de la máquina estaba malísimo pero es que, saliendo a las tres no me da tiempo para comer bien porque no termino mi trabajo y luego dicen que las de la reducción de jornada somos unas garrapatas. Y mira si yo tenía razón que mi hijo ha traido un negativo por olvidársele la agenda. A ver si esta noche no se me olvida meterla en la mochila.
Ningún vestido me viene bien, porque ya no tengo el cuerpo igual, estoy como mal hecha, desde el embarazo del pequeño se me ha quedado la tripa como un globo. Al final me pondré un saco para la comunión. Tengo que sacar la compra del coche porque hay congelados y se me estropearán. Hoy para cenar tortilla, aunque me sale bastante mal. Como dice mi suegra soy muy mala cocinera.
Los niños ya duermen. Este es un momento del día más tranquilo, llega mi marido y me cuenta los marrones enormes de su trabajo. Ya le he dicho que no se preocupe, que con tantas responsabilidades es normal que esté cansado. Le doy un beso y me voy a dormir. A ver si mañana tengo mejor día, aunque han dicho que va a llover y verás cómo está el tráfico.”
Este ejemplo es exagerado, pero como hemos podido ver las distorsiones cognitivas nos ofrecen una visión totalmente sesgada de la realidad, algunas de ellas son:
- ABSTRACCION SELECTIVA: Se selecciona solo un aspecto de una situación y nos centramos solo en ese, en el ejemplo solo se ha fijado en que su jefe necesita un informe de ella y no que le ha alabado su trabajo.
- MINUSVALORAR O MAGNIFICAR UN HECHO: Se evalúan los acontecimientos otorgándoles un peso exagerado o infravalorado en comparación con la experiencia real. Se sobrevaloran los aspectos negativos y se infravaloran los positivos. En nuestro ejemplo, la protagonista se infravalora continuamente en su trabajo y en su vida cotidiana.
- ANTICIPACIÓN: Adelantar acontecimientos de modo catastrofista, pensando que algo va a salir mal. Por ejemplo pensar que por ducharse con agua fría, va a terminar ingresada.
- CULPABILIDAD: Atribución de la responsabilidad a uno mismo, sin base para ello. En el ejemplo, que su hijo va a suspender por no llevar la agenda.
Ahora os presento la otra versión:
Solo he llegado tarde cinco minuto ¡¡prueba superada!!, y encima, nada más llegar, mi jefe me ha dicho que ayer hice un buen trabajo con mi informe. Mi compañera cada vez confía más en mí y al empezar a hablar, le he comentado que tengo el sábado una comunión y como tenemos la misma talla, me va a dejar un vestido precioso. Hemos hablado también de nuestro futuro en la Empresa, yo ya le he dicho que me preocupa bastante, pero antes o después con mi formación y mi experiencia podré encontrar un trabajo.
En la reunión de las dos con el jefazo, al principio me he puesto un poco nerviosa, pero he desarrollado mi informe bastante bien con la ayuda de mi jefe. Ya he hecho la compra para varios días y la tortilla para cenar cada día me sale mejor.
Los niños ya duermen. Este es el momento del día más tranquilo, llega mi marido y nos contamos el día. Ya cansados nos damos un beso y a dormir. Mañana dicen que va a llover, nada que no solucione un buen paraguas.”