Pues
nada, parece que tenemos moción de censura a la vuelta de la esquina; bueno, ya
para septiembre, que aunque los problemas del País parece que son graves, lo
van a dejar para después del verano, que esta época es para disfrutar de las
vacaciones, no para preocuparse por España. Por lo tanto, parece que vamos a
tener una moción de censura “en diferido”, al estilo de los despidos del
Partido Popular.Aunque
el cerebro del Faisán es un perro viejo y puede que todo se trate de una
maniobra para obligar a Mariano Rajoy a comparecer “a petición propia” en el
Congreso de los Diputados, logrando así que el Presidente dé la cara sin
necesidad de presentar la moción de censura.Porque
parándonos a analizar el tema, la tan cacareada moción de censura puede acabar
como el rosario de la aurora.Para
empezar porque en una moción de censura se valora y discute la propuesta del
candidato, el objeto del debate no es valorar la actitud del gobierno
censurado, aunque lógicamente se hable sobre este. Para
seguir, porque el Presidente del Gobierno no tiene la obligación de acudir al
debate, es decir, en este caso Mariano Rajoy no tendría que “dar la cara”, por
lo que el objetivo de este fraude de ley, que sería la moción, no se lograría.Y
para acabar porque como comentábamos ayer, aquí cada uno va a la suya, los grupos de la oposición no se
ponen de acuerdo, cada uno busca su interés, unos que no quieren elecciones,
otros que sí, otros que quieren que se les reconozca el derecho a decidir…
vamos, un despropósito.Visto
lo visto, si fuera Arriola, le diría al Presidente que ya que no ha querido dar
la cara en su momento, que aguante el chaparrón, que no comparezca en el
Congreso y espere a ver si se ponen de acuerdo y presentan la moción de
censura, cosa que dudo.