De vez en cuando juego a mirar Madrid como si no fuera de aquí. Camino por la calle intentando utilizar los ojos de escritora que llevo en el bolsillo para cuando los de todos los días no me valen. Los ojos de escritora difieren del par que suelo llevar en la cara en que lo miran todo con la extrañeza de quien necesita componer una frase antes de que le estallen los sentimientos despalabrados. No siempre se me da bien ser una turista en casa, es un pasatiempo que requiere práctica, que exige volverse un poco pequeña para sorprenderse por todo como cuando todo era nuevo.
Podría decir esa frase tópica de “a Madrid o se la quiere o se la odia”, pero no es cierto, hay mucho término medio, mucha gente furibunda que despotrica contra el tráfico y el último capricho de nuestro faraónico alcalde pero que no puede vivir sin ese cóctel entre pueblerino y cosmopolita que no se encuentra en ninguna otra parte del mundo. Capital del reino y reino del pijerío más conservador y perloso, es al mismo tiempo base de perroflautas, bohemios, activistas de toda índole y gentes de todos los colores y procedencias.
¿Qué se me ha perdido en Madrid?, se preguntan con indignación quienes reniegan del caos de esta gran ciudad siempre que la pobre sale a relucir en alguna conversación. Pero más que perder, a Madrid se va a encontrar. A encontrar arte, literatura, misterio, vermut de grifo, jaleo, olores, callejones, noches atestadas, carcajadas a lo lejos, música y cotilleo. Pero a veces, seamos de aquí o de cualquier otro lugar, necesitamos que nos ayuden a descubrir sus recovecos, para lo cual no hay nadie mejor que el colectivo Carpetania Madrid, a cuyas actividades puedes apuntarte a través de Atrápalo, ya que tienen descuento si lo haces a través de esa web.
Carpetania Madrid está formado por un grupo de historiadores que conducen a la gente por diferentes itinerarios, deteniéndose en lugares más o menos emblemáticos para explicar las distintas curiosidades. Hasta ahí puede parecer que son guías turísticos normales y corrientes, pero las rutas son geniales: un recorrido por la Gran Vía, famosa calle que este año cumple cien años, el Madrid del capitán Alatriste, caminando con Quevedo, el Madrid bohemio, misterios de Madrid, enigmas del Museo del Prado…
El sábado por la noche yo estuve en “Una Noche con las Letras: Paseo nocturno por el Barrio de las Letras”, recorrido en el cual Juan Carlos, un divertido guía que conocía la mar de curiosidades sobre los usos del Madrid barriobajero, nos llevó desde la Plaza de Matute pasando por Huertas, la Plaza de Santa Ana, el Teatro Español, la calle Echegaray y el Paseo del Prado mientras nos hablaba de los prostíbulos, los escritores, las iglesias, los puestos callejeros, los artistas, los bohemios, los cafés, las tabernas, los corrales de comedias… Además, el itinerario incluía una consumición y una entrada al Ateneo, con lo cual los 11€ que cuesta hacerlo dan para mucho. Me reservo todas las cosas interesantes que nos contó porque de verdad que os recomiendo que, si venís a Madrid, os apuntéis a pasear con ellos. Podéis hacerlo aquí.
A mí, desde luego, Carpetania Madrid ha hecho que me resulte mucho más fácil ponerme los ojos de escritora y sentir que estoy en la ciudad en la que quiero estar, en la que mi creatividad desea estar para crecer y curarse de las épocas de bloqueo. Me encontraréis en muchos de sus recorridos, de eso no hay duda.