A medida que se aproxima la primavera, no tienes más que salir de tu casa para ir a tomarte una cerveza al bar de siempre, ése que no quieres que te cierren ni a tiros, para que te encuentres con una pléyade de tipos forzudos y sudorosos paseando vigas de hierro por las calles oscuras con el paso acompasado a los sones de la música que fluye de un casete.
Ya están cerca las fiestas grandes de Sevilla y se nota.