Vergüenza es ese concepto que según el aitona, ni tengo ni tendré. Pero así en la intimidad y en confianza, cual Aznar con el catalán, les diré que tenerla la tengo, que a veces se diluye pues también, pero que mayormente sólo la percibo yo y a toro pasado (No tengo webs de visionar los videos de la fiesta sin ponerme cual tomate colorao).
Este viernes fue la fiesta del cole para padres bajo el título de “cena de bienvenida”, genial idea de la comunidad escolar para dar la bienvenida a los padres de P3 e invitar al resto de padres. Este año al ser de P4 estaba en la comisión organizadora, nos tocaba pringar, pero sarna con gusto no pica. Para que entréis en situación os diré que el tema que elegimos fue simular un festival de cine internacional a partir de ahí todo imaginación y ganas de pasarlo bien.
El primer momento estelar fue ese, en el que te ves en el baño de tu casa vestida cual actriz de la cubana, poniéndote maquillaje a golpe de paleta, bajo la mirada censuradora de tu hijo que te dice si vas a ir como “Porrotx” (léase payaso infantil vasco). Que tu pareja lo tiene tan asumido que ni se inmuta de ir contigo calle abajo mientras él va todo de negro con pajarita roja y en la mano un bandejón de papel albal. Que era el día perfecto para cruzaros con ese vecino que os vio darlo todo a ritmo de Rafaella y que no sabe si reír o abrir los ojos más, que tú saludas toda digna y sigues caminando con tus escandalosas bailarinas de lentejuelas. Que al llegar al patio y gimnasio del cole, te das cuenta que vas bien camuflada que no te reconocen ni tus compis de evento. Vale, es muy sencillo el aitona sólo me recalcó “tu piensa que el chaval tiene que poder seguir yendo a la escuela con cierta normalidad”, leñe pues yo pensé sea lo que sea que no se sepan quién soy, que no es plan de crearle traumas tan pequeño.
Tuvimos un photocall de los más exitoso, con su alfombra roja y al final un rincón de “besos de cine”, por donde pasamos los organizadores y los invitados dándolo todo, de una manera desorbitada. Que reparo nos dio tener que decirles que las pelucas, sombreros, etc. tenían que devolverlos. Pero todo este gran momento fue regado o más bien inundado por la friolera de 40 litros pasaditos de Agua de Valencia que el gorila y su equipo de camareros repartieron a diestro y siniestro. Mientras nos amenizaban con música en vivo, sí señores dos padres de nuestro curso hicieron de músicos para que la entrada fuera aún más exitosa.
Llego mi primer momento, el de subirme en unas escaleras de cemento en medio del patio del cole y micro en mano hacerles ver a 100 personas que aquello iba a ser la noche de su vida, todo eso si atragantarme en catalán, sin acelerarme en castellano y con alguna frase en idiomas extranjeros, vamos que antes de subir me inyecté agua de valencia en vena.
Lo de beber fue fácil ahora comer, eso fue todo un reto, no hubo manera de meter bocado decente a la boca, no saben ustedes lo complicado que es comer con una peluca con tocado, unas gafas tridimensionales y unas boa doble que no te deja estirar el brazo para alcanzar los platos. Y cuando consigo hacerme en una esquina con mi platito y mis 10 tipos de humus (parece ser que es el plato que mejor deben de cocinar los padre de mi cole), zas! suena la sirena, suelta todo y vete a hacer un flashmove de Pulp-Fiction junto al resto de padres de tu curso… (Así termine yo la noche buscando un bocata de jamón por los rincones), porque claro cuando intente volver a comer algo, la regidora decidió que era el momento en el que yo tenía que volver a hablar, por dios con lo sagrado que es para mí la comida.
Al ser un festival de cine, les hicimos entrar el al juego mediante 5 películas conocidas, para las cuales les dimos attrezzo, guion y música, os muestro tres de ellas.
Después de ver las representaciones de las pelis, que no tuvieron desperdicio alguno y de entregar los premios, llegó el momento Rafaella, ese en el que yo ya no podía ni con mi alma, la música no se oía la coral cantaba pero aquello se acoplaba. Nuestro padre Rafaella, perdió la peluca en el primer meneo de cabeza, pero señores no paramos el espectáculo sigue y nosotras muertas de risa. Final apoteósico donde los haya.
A pesar de recibir felicitaciones y halagos varios, yo tenía claro que no quería descubrirme, así que me escapé a cambiarme todita, ante la sorpresa que mi querido hijo había decidido en el último momento sacar mi calzado de mi bolsa, oh no! si salía con esas bailarinas me descubrirían y así fue…espero que la cosa se olvide pronto, que mi hijo no sufra la lacra de haber tenido una madre sinvergüenza que lo dio todo en un escenario y un padre al que sacamos a tirones de la tarima de una discoteca por miedo a que lo contrataran y porque señores tenía que pasarse todo el finde en una piscina metido en un cursillo para triatlón ( Sí lo sé, una chaladura, pero les prometo que se levantó que nadó durante 6 horas y el domingo otra vez… el gorila está hecho de otra pasta).
Yo por el contrario me pase el fin de semana arrastrándome por los parques con mi hijo y dejando huella de mi orondo culo en el sofá, acompañándolo de una ingesta calórica basada en sobrasada con miel, ese gran complemento del ibuprofeno, mientras vi horas de reformas, vestidos de bodas, concursos de cupcakes, adivinan que canal veo en mis horas de resaca???
PD: estoy recuperándome lentamente, pero necesito estar bien para el jueves, saben el sábado que viene vuelvo a salir….lo dicho vayan buscándome asilo que yo creo que de esta me quitan el título de madre.
PD2: no puedo subir videos ni imágenes muchas…pero prometo a los cercanos en algún momento de mi vida hacerles partícipes de los documentos que poseo
Tagged: continuo resacosa, de esta me descubren seguro, la fiesta de padres del cole, más peinetera que nunca, Una loca presentadora