Revista Salud y Bienestar

Una nueva enfermedad producida por las redes sociales

Por Neumannac @ricardoruizderm

UNA NUEVA ENFERMEDAD PRODUCIDA POR LAS REDES SOCIALES

Hace unas semanas vino a mi consulta una chica de 19 años con su madre para mejorar las cicatrices de acné. Esto no tiene nada de particular. Pero lo curioso es que la chica me enseñó en su móvil una foto de cómo quería quedar. Se había realizado un selfie y había aplicado un filtro de forma que su piel aparecía lisa y luminosa, sin rastro de cicatrices. Yo la expliqué que con el láser fraccionado y con inyecciones de ácido hialurónico podríamos mejorar las cicatrices, pero nunca llegaríamos a conseguir el resultado que ella mostraba en la foto. La paciente no quedó muy convencida...

Primero empezaron los selfies. Luego los selfies con el stick o palo para que salieran mejor. Y posteriormente se empezaron a usar los filtros. Y ahora un grupo de médicos y cirujanos plásticos publican en la revista JAMA un interesante artículo describiendo una nueva enfermedad: " Dismorfia de Snapchat "

Este tipo de dismorfia es una tendencia que empezamos a ver en nuestras consultas y consiste en pacientes que quieren que el resultado después de realizar técnicas de dermatología estética sea el mismo que el resultado de su selfie más el filtro.

Se trata de una preocupante tendencia que se encuentra entre la realidad y la fantasía. El paciente a veces no entiende que la medicina moderna no puede conseguir los resultados de los "filtros". Hay aplicaciones como FACETUNE que consigue eliminar tus arrugas, manchas y rojeces de tu piel, quitar un lunar o una cicatriz de tu piel o blanquear tus dientes de forma sorprendente. Y el paciente va a la consulta para que el profesional intente conseguir un resultado similar al conseguido con la aplicación como el caso que os he comentado.

En el estudio de JAMA los autores analizan el efecto de estas aplicaciones o filtros en adolescentes mujeres y demuestran que las adolescentes que usan estos filtros como Facetune o Snapchat desarrollan una preocupación excesiva en su imagen corporal y su peso. Este cuadro se engloba dentro de las alteraciones psiquiátricas obsesivas compulsivas. En personas con estas tendencias psicológicas el uso de estos filtros puede ser muy perjudicial. Y al final estas personas acaban en la consulta del dermatólogo o cirujano plástico con fotos de ellas mismas con una piel más lisa, unos labios mayores o una nariz más fina. Esta alarmante tendencia que limita la realidad con la fantasía hace que muchos adolescentes tengan una preocupación excesiva por su físico y empiecen a realizarse técnicas estéticas de forma precoz y muchas veces innecesaria.

Este estudio demuestra que en ocasiones los jóvenes no distinguen la vida real de la vida virtual de las redes sociales. Hay un estudio publicado el año pasado donde se demuestra que las personas que pasan mucho tiempo en redes sociales tienen más tendencia a sentirse solos que los que usan estas redes de forma ocasional.

Otro estudio también demuestra que el uso de estas redes sociales puede producir ansiedad excesiva en adolescentes.

Nunca hemos tenido una imagen de nosotros mismos tan detallada como en la era de los móviles. Sabemos mejor que nunca cuales son nuestras imperfecciones físicas. Obsesionarnos con acercarnos al ideal de belleza sólo nos puede traer infelicidad. Por ello creo que hay dos mensajes que pueden derivarse de este post. Por un lado los médicos debemos tener sabiduría y honestidad para manejar a estos "millenials" que empiezan a abarrotar las consultas de estética. Y por otro lado, debemos aconsejar moderación en el uso de estos filtros, sobre todo en adolescentes con tendencias excesivamente "perfeccionistas".

UNA NUEVA ENFERMEDAD PRODUCIDA POR LAS REDES SOCIALES

Imagen de Frida Kahlo que fue criticada por haber sido modificada por un filtro en Snapchat en el día internacional de la mujer en 2017.
www.clinicadermatologicainternacional.com


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