Una nueva familia estelar

Por Juan Carlos
Sábado 17 de Octubre de 2015



Imágenes realizadas con el New Technology Telescope de ESO en La Silla por un equipo de astrónomos alemanes revelan un cúmulo circular rico en estrellas ubicado en el interior de nuestra galaxia. Situado a 30.000 años luz de distancia, este hasta ahora desconocido grupo estelar tiene cerca de 100.000 estrellas y probablemente es un cúmulo globular jóven. Los cúmulos estelares nos ofrecen condiciones únicas para investigar diversos aspectos de la astrofísica. Representan grupos de estrellas con edades similares, la abundancia de elementos químicos y distancias. Los cúmulos globulares, en particular, son los fósiles en la Vía Láctea que proporcionan información útil. Con edades de unos 10 millones de años, se encuentran entre los objetos más antiguos de nuestra galaxia, casi tan antigua como el Universo mismo. Estos cúmulos de estrellas masivas de forma esférica son por tanto testigos de las primeras edades y misteriosos del Universo.

"Por otra parte, las propiedades de los cúmulos globulares están profundamente conectados con la historia de su galaxia anfitriona," dice Dirk Froebrich de la Universidad de Kent, y autor principal del artículo que presenta los resultados. "Nosotros creemos hoy que las colisiones de galaxias, canibalismo galáctico, así como las fusiones de galaxias dejan su huella en la población de los cúmulos globulares de cualquier galaxia dada. Por lo tanto, en la investigación esperamos ser capaces de utilizarlos como una prueba de fuego para nuestra comprensión de la formación y evolución de las galaxias,"añade. En nuestra propia galaxia se conocen unos 150 cúmulos globulares, cada uno con muchos cientos de miles de estrellas. A diferencia de sus hermanos de forma irregular más pequeños, los cúmulos abiertos. Los cúmulos globulares no están concentrados en el disco galáctico; sino que se distribuyen esféricamente en el halo galáctico, con el aumento de concentración hacia el centro de la galaxia.

Hasta mediados de la década de 1990, los cúmulos globulares se identificaron en su mayoría a ojo, a partir de la inspección visual de las placas fotográficas. Sin embargo, estas búsquedas tempranas es probable que hayan perdido un número significativo de cúmulos globulares, especialmente cerca del disco de la galaxia, donde densas nubes de polvo y gas oscurecen la vista. En los primeros tiempos de la astronomía extragaláctica esta área fue llamada la 'Zona de evitación' porque los sistemas estelares extragalácticas parecían ser muy raros en esta parte del cielo. Buscar los cúmulos globulares que faltan en nuestra galaxia requiere observaciones en el infrarrojo, ya que la radiación infrarroja es capaz de penetrar la densa niebla galáctica. El uso de detectores de infrarrojos modernos y sensibles es ahora posible.

Completar el censo no sólo es un reto en sí misma, como la búsqueda de nuevos cúmulos globulares es útil por varias razones adicionales. Por ejemplo, el análisis de sus órbitas permite a los astrónomos sacar conclusiones acerca de la distribución de la masa en la galaxia. Por lo tanto, los cúmulos estelares pueden utilizarse como sondas para la estructura a gran escala de la Vía Láctea. "Se ha estimado que la región cerca del centro galáctico podría contener cerca de 10 cúmulos globulares hasta ahora desconocidos y hemos iniciado una gran campaña para darlos a conocer y caracterizarlos," explica Helmut Meusinger, desde la Selva de Landessternwarte Tautenburg, Alemania y parte del equipo. Los astrónomos realizaron la búsqueda a un gran escala sistemática y automatizada (14.400 grados cuadrados) búsqueda de candidatos a cúmulos globulares en todo el Plano Galáctico, basado en el infrarrojo cercano Two Micron All Sky Survey (2MASS). Finalmente, sólo alrededor de una docena de objetos candidatos permanecieron.

Los astrónomos observaron estos candidatos con el instrumento SOFI unido a New Technology Telescope de ESO (NTT) en La Silla (Chile), la toma de imágenes a través de tres filtros de infrarrojo cercano diferentes. Las nuevas imágenes son diez veces más nítidas y tienen una resolución mucho mejor que las imágenes originales 2MASS, lo que permite a los astrónomos resolver al menos en parte, la densa acumulación de estrellas en los candidatos a cúmulos globulares.
Fotografía OriginalCrédito: ESO