Es un buen momento para renacer, para como digo yo hacer una reingeniería personal, dejar afuera todo aquellos que produjo tristezas y amarguras en la vida y darte esta nueva oportunidad.
Cuantas veces pensamos y decimos que al terminar una relación ya no tendremos nada más por mucho tiempo, sobre todo si el que salió mas mal herido eres tú. El dilema se presenta cuando sin planificarlo si quiera se presenta frente a ti alguien que si bien es cierto no te hace olvidar automáticamente las experiencias vividas,
te mueve el centro del estomago de formas increíbles, de esa forma que no pensaste volver a sentir o incluso quizás nunca haber sentido.
Es en ese instante en donde te das cuenta que la experiencia anterior tuvo como objetivo un aprendizaje emocional, un aprender a amar y el como de las relaciones sentimentales.
Es así como me siento yo ahora, adentrándome en una nueva experiencia, la que sé estará llena de posibilidades, de ganas, de energías positivas. Dejando atrás una experiencia que solo trajo a mi vida tristeza y amargura, hoy me doy una nueva oportunidad, por que nunca hay que negarse al amar y menos al ser amado y sobretodo cuando sentiste las indiscutibles mariposas en tu estomago.
Es un buen momento para renacer, para como digo yo hacer una reingeniería personal, dejar afuera todo aquellos que produjo tristezas y amarguras en la vida y darte esta nueva oportunidad limpia y sin topes. Sin puntos que te paren o te hagan retroceder, sin juzgar la nueva oportunidad por malas experiencias pasadas.
En esa estoy yo hoy, con ganas de limpiarme al cien por que lo justo es justo, que esta nueva etapa este limpia, sin egoísmos y con mucho amor.
Esa es hoy mi decisión y lo mejor de todo es que en esto Yo Elijo.
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