Una oración matutina que cambiará tu vida

Publicado el 27 junio 2018 por Blogger Freddy Arellano @bloggernota

Cada mañana, cuando nos levantamos de la cama, tenemos una nueva oportunidad de vida.

Los primeros pensamientos que creemos marcan la pauta durante todo el día y, repetidos con el tiempo, tienen el poder de cambiar el curso de nuestras vidas.

Hace unos años, escribí la siguiente oración para ayudarme a alinearme antes de comenzar mi día. Lo imprimí y lo colgué en el baño donde podía leerlo todos los días mientras me preparaba.

Imagen: spirtualposts.

Es una oración para establecer sus intenciones para el día, recordarle que es ilimitado y que la vida siempre está aquí para apoyarlo.

Típicamente cuando las personas piensan en la oración, piensan en pedir algo, pero en verdad, dado que somos los creadores de nuestra propia realidad, una oración afirmativa es en realidad la declaración más poderosa y el catalizador para el cambio.

La oracion de la MAÑANA

Cada mañana comienzo mi vida de nuevo.

Nada de lo que era antes determina quién soy ahora

o en quién me estoy convirtiendo.

Soy guiado y protegido por Dios, el universo, mis ángeles.

Observo cada pensamiento y palabra sin apego,

cambiando fácilmente a pensamientos de buenos sentimientos.

Encuentro la alineación con facilidad.

Veo la belleza y la perfección en todo.

Me regocijo en la creación y confío en lo desconocido.

Soy infinitamente abundante.

Confío y me rindo en el flujo de la vida.

Uso mi poder, mi palabra y mi energía para siempre.

Sé que AHORA es el mejor momento porque

es lo único que es real.

Libero mi propia importancia y veo la unidad en todas las cosas.

Estoy completamente presente y escucho activamente.

Me tomo mi tiempo con todo.

Estoy dando amor sin condiciones y recibiendo … amor con gracia.

Sé lo importante y amado que soy.

Soy único con regalos que no pueden duplicarse.

Me quiero a mi misma. Amo mi vida y la vida me ama.

¡Espero que esta oración sea útil para ti al hacer un cambio y crear la vida que sueñas!

Fuente de información; spirtualposts.com/archives/3055