'Una oración por Kateřina Horovitzová' de Arnošt Lustig

Publicado el 10 julio 2012 por Carol

Título: Una oración por Kateřina Horovitzová (Modlitba pro Kateřinu Horovitzovou)
Autor:  Arnošt Lustig
Traducción: Patricia Gonzalo de JesúsEditorial: Impedimenta (mayo 2012)Año de publicación: 1964Páginas: 168Precio: 16,95 euros


¿Cómo había llegado a embrollarse la situación, de tal manera que le resultaba imposible saber qué estaba bien y qué mal, o qué comportamiento sería calificado de uno u otro modo? No quería morir. Nunca había hecho daño a nadie como para que alguien pudiera desear su muerte. En casa habían sido educadas (las siete hermanas) en el respeto a la vida,  en la compasión y en el decoro, incluido el decoro hacia uno mismo.
No era este el libro del que tenía pensado hablar esta semana, como mi ritmo lector es bastante más rápido que el ritmo de publicación en el blog, se me van acumulando las reseñas e intento escribir y publicar en el orden en que los he leído. En este caso no va a ser así. Recién leído y recién reseñado. Y es que Una oración por Kateřina Horovitzová me ha impactado tanto, que creo que merece que se hable de él ya mismo. La novela está inspirada en una historia real  y está ambientada en Polonia durante la ocupación nazi, así que ya podéis imaginaros que se trata de una historia dura, escalofriante, difícil de olvidar. Soy de las que piensa que nunca se ha leído o visto suficiente sobre la II Guerra Mundial, un periodo atroz que, pese a toda la información de la que disponemos, no deja de sorprendernos con historias nuevas, con pequeñas vidas humanas que padecieron lo que hoy en día puede parecer increíble que sea soportable para nadie. De hecho, el propio autor, judío checo, fue internado con tan solo 16 años en los campos de concentración de Tezerin, Buchenwald y Auschwitz, pudiendo escapar, podríamos decir incluso que de manera milagrosa, del tren que lo trasladaba al campo de Dachau, tras ser bombardeado por error.

Auschwitz

Un grupo de millonarios, hombres de negocios judíos pero con nacionalidad norteamericana, va a ser canjeados por soldados alemanes. La operación no es sencilla y el Reich no lo va a poner tampoco nada fácil. No sólo tendrán que costear todos y cada uno de los gastos que se generen durante el viaje, sino que se les irán exigiendo cada vez cantidades mayores de dinero que tendrán que ir abonando si quieren salvar sus vidas. Al grupo se une Kateřina Horovitzová, una judía de 19 años de una gran belleza y que sueña con poder ser algún día bailarina profesional. Su resolución y valentía al afirmar en el andén de un campo de concentración polaco (al que no se pone nombre en la novela pero que recrea al de Auschwitz) que ella no quiere morir, hacen que Herman Cohen, portavoz e intérprete del grupo de hombres de negocios, se arriesgue a rescatarla y a ponerla bajo su protección para unirla así al destino del grupo. 

Tezerin


Lo escalofriante de la novela es cómo el autor consigue que sintamos lo mismo que este grupo de personas, nuestros sentimientos oscilan entre la desconfianza de si es todo una treta para estafarles y sacarles todo el dinero que tienen depositado en sus cuentas de ahorro, y la esperanza de que haya alguna posibilidad de escapar y sobrevivir. Nuestra ignorancia sobre las verdaderas intenciones del responsable del campo de concentración, Bedřich Brenske, quien orquesta toda la operación, es relativa, ya que tenemos un conocimiento histórico mayor que el de los personajes, quienes por ejemplo no conocen aún el verdadero significado de las palabras solución final. Se juega así a una doble lectura, llena de sobreentendidos que los miembros del grupo no pueden entender pero que nosotros sí. De este modo, los largos y pomposos discursos de Brenske cobran un significado distinto para los oídos de los protagonistas y para nosotros los lectores. A pesar de ello, vivimos con los protagonistas sus momentos de angustia, de miedo, de esperanza, de sueños... Vemos cómo se contrapone la inhumanidad de los nazis que no dudan en mentir, chantajear e incluso hacer burla de los judíos si eso responde a sus intereses, frente a este pequeño grupo de personas que no pierde en ningún momento su humanidad ni su identidad. Son civilizados en todo momento, no entienden cómo han podido verse envueltos en semejante situación y a la vez, tienen sentimientos de lo más humanos aunque reprochables, como la avaricia, el egoísmo extremo o el pensar que con dinero puede comprarse todo.

Buchenwald

Como digo, se trata de un libro bastante duro. Por lo menos en mi caso, aunque he leído mucho ya sobre el terror nazi y el Holocausto, no deja de aterrorizarme y de sorprenderme que seres humanos fueran capaces de gasear y exterminar a millones de personas. El sentimiento que embarga durante toda la novela es de impotencia, ya que los protagonistas están completamente en manos de los nazis, tanto su liberación como su fin dependen enteramente de lo que ellos decidan. Eso, unido al no saber si la operación acabará bien o mal, produce una gran angustia. Aparte de la dureza del tema, la novela se lee muy bien, ya que su prosa está muy cuidada y es muy fluida, con un buen equilibro entre narración, diálogo y pensamientos de los personajes. Además, como la acción es continua y queremos saber si lograrán escapar, es una lectura que engancha y que vuela. Como sucede siempre con Impedimenta, la edición está cuidadísima y el trabajo de traducción es impecable. Os recomiendo realmente que leáis este libro porque tiene una historia interesante que atrapa desde la primera página, recreando un periodo histórico que no podemos dejar que caiga en el olvido de ningún modo. Buscando imágenes para esta entrada he encontrado numerosas páginas con teorías negacionistas del Holocausto, con opiniones de gente que cree y quiere hacer creer a los demás que estos horrores nunca sucedieron. La única manera de que nunca vuelva a ocurrir algo así es mantener viva la memoria histórica. Además, me ha parecido un enfoque diferente al que se suele dar a este tipo de novelas, con una historia que parte de ciertos hechos reales que son posteriormente novelados, pero siempre, no lo olvidemos, desde la perspectiva de una persona, el autor, que sufrió en sus propias carnes los campos de concentración, y que por lo tanto, sabe de lo que habla. 

Arnošt Lustig


Arnošt Lustig (Praga 1926-2011) vivió en su ciudad natal hasta que, durante la II Guerra Mundial, con 16 años fue apresado por los nazis e internado en los campos de Tezerin, Buchenwald y Auschwitz por ser judío. Consiguió escapar de un tren que lo transportaba al campo de Dachau y pudo regresar a Praga para participar en el levantamiento contra los nazis de mayo de 1945. Tras la guerra estudió Periodismo en la Charles University de Praga y trabajó durante años en Radio Praga, siendo corresponsal en el conflicto árabe-israelí de 1945, y comenzando una intensa carrera literaria que incluye guiones de cine y televisión, relatos, novelas, cuentos y obras teatrales, muchas de ellas centradas en el Holocausto. Fue muy crítico con el régimen comunista y se dio de baja en el Partido Comunista, por lo que tras la invasión soviética tras la Primavera de Praga de 1968 tuvo que abandonar su país y refugiarse primero en Israel, luego en Yugoslavia y finalmente en EEUU, donde trabajó como profesor de Literatura y Cine en la American University de Washington D.C. En 2003 regresó a su país natal donde fue reconocido por su contribución a la cultura de la República Checa y donde fue galardonado con el Premio Frank Kafka en 2008. Entre otros premios, ha recibido el Premio de literatura a la labor de toda una vida concedido por la Academia Americana de las Artes y las Ciencias, recibió una nominación para el Man Booker, fue candidato en varias ocasiones al Premio Nobel de Liteartura y recibió dos veces el National Jewish Book Award, así como el premio Karel Capek. Murió en 2011 a los 84 años de edad a causa del cáncer.