Una palabra por mil imágenes 33: Arena

Por Jesús Marcial Grande Gutiérrez
Cuando un sólido empieza a parecerse a un líquido, cuando sus granos son tan finos que alcanza casi propiedades de molécula, cuando la singular roca adquiere la calidad sustantiva de incontable... entonces tienen lugar los curiosos fenómenos de la
arena  
Howard Hawks, que dirigió 47 películas a lo largo de su carrera varias de ellas entre las mejores de la historia del cine, filmó en 1955 este drama histórico con su  peculiar maestría. No destaca por su especial calidad -correcta en cualquier caso- pero sí tiene para mí el especial valor de mostrar una secuencia fascinante de efectos desencadenados en el interior de la gran pirámide empleando la arena como un fluido para sellar la inexpugnable tumba del faraón Ramsés II. 
Reconozco que, tras verla, entendí de golpe unas cuantas nociones sobre fluidos y mi interés por la mecánica subió varios puntos. Esa lección práctica sobre "arenodinámica" me hizo prestar especial atención en adelante al funcionamiento de los relojes de arena. También me llevó a investigar sobre la obra "Psammites" (El calculador de arena) obra de Arquímedes donde este llega a calcular el número de granos de arena de todo el universo conocido. 
Arena del desierto que ayer fuiste roca, hoy eres olas doradas movidas por el viento y mañana te inmeles en un horno para resucitar cristal: Tú estás en la viga que sostiene mi casa o quizás -muy fina- arañes el esmalte de unos dientes tallando en su ellos un fulgor de nácar. Arena de la playa, regalo de las olas, tú cimentas fortalezas infantiles, y eres el efímero papel donde escribo tu nombre bajo un corazón por flecha atravesado. Y lamida por las olas regresarás de nuevo al mar que te ha formado buscando ostras para engendrar en ellas perlas plateadas...O quizás sostengas las moles de granito que sellen una pirámide y a las que dejarás caer escurriéndote entre túneles secretos dejando a los muertos a solas con su muerte.