¿Qué no tuve? ¿Qué se fue? ¿Qué faltó? ¿Cuáles fueron mis...
Ausencias?
Miro esos ojos, los ojos negros y magnéticos de Ana Torrent, la mirada perturbadora de una niña que piensa por su cuenta ...
¡Hace tanto que vi esta cinta...! Quizá mis recuerdos no sean exactos pero el poso que quedó en la memoria me trae un regusto de ternura, añoranza, curiosidad, admiración... Sí, ternura por las tres pequeñas abandonadas a sus juegos en un universos paralelo al del adulto; añoranza de su ingenuidad, su libertad, sus elecciones; curiosidad por el mundo infantil de las niñas y su psicología, por sus sueños; admiración por esos ojos de Ana: todo intensidad y misterio...
Y escucho la canción que se repite como un mantra en mi cabeza: ¿Por qué te vas?... y lo pienso bien y rectifico... ¿Por qué nunca viniste?