Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia. Tan grande como su título.

Publicado el 29 mayo 2015 por Criticasen8mm @Criticasen8mm

Título original:
En duva satt på en gren och funderade på tillvaron
Año:
2014
Fecha de estreno:
29 de Mayo de 2015  
Duración:
100 min
País:
Suecia, Noruega, Francia y Alemania
Director:
Roy Andersson
Reparto:
Holger Andersson, Nils Westblom, Charlotta Larsson, Viktor Gyllenberg, Lotti Törnros, Ola Stensson y Jonas Gerholm
Distribuidora:
Golem
Roy Andersson es un caso peculiar dentro de la industria cinematográfica europea. Con solo cinco largometrajes y casi cincuenta años de carrera es considerado como el mejor cineasta sueco en la actualidad. Pero ¿Cómo llega alguien a ese estatus con una filmografía tan breve? Pues con un estilo único, provocador y reconocible. También ayuda que por el camino haya dejado más de 400 anuncios comerciales y unos icónicos cortometrajes que tienen su marca de la casa.Porque cualquiera que haya visto World of Glory (1991) sabe que al maestro sueco solo le hacen falta 15 minutos para filmar una de las escenas más desgarradoras y con mayor fuerza visual de la historia del cine.Andersson debutó en el largometraje en 1970 con la celebrada A Swedish Love Story, un drama romántico adolescente centrado en la figura de dos críos de 14 años. La película fue todo un éxito pero cinco años más tarde sufrió uno de los fracasos más sonoros, a varios niveles, con Giliap (1975).A partir de ese momento, ya nadie le producía sus películas, así que se dedicó a los cortometrajes y a los anuncios publicitarios, eso sí, jamás renunciando a hacerlos a su manera y dejando un poderoso sello en cada uno de ellos. No sería hasta el año 2000, es decir, 25 años más tarde cuando volvió a presentar una nueva película. Con Canciones del segundo piso volvió a saborear las mieles del éxito y comenzó con aquella película la que se considera su "Trilogía del absurdo". Con su siguiente obra La comedia de la vida (2007) en medio, hasta llegar a la película que ahora mismo nos ocupa.Pero ¿Qué cuenta una película con un título tan sumamente llamativo como es el de "Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia? Si tuviéramos que hacer una breve sinopsis, diríamos que trata la historia de Sam y Jonathan, dos comerciales que cual Don Quijote y Sancho Panza del momento actual se dedican a vender artículos de fiesta mientras se radiografían las conductas humanas a través de distintas situaciones.

A estos dos, habría que sumar una profesora de flamenco que acosa sexualmente a uno de sus alumnos, una camarera con aires de cantante que se dedica a consolar a sus decaídos clientes y al mismísimo Carlos XII de Suecia. A esta fauna tan variopinta se les une varios personajes secundarios que ayudan a entender esta película enfundada en varias capas, pero unida por un denominador común: el absurdo.El director abandona las formas convencionales a la hora de narrar una historia, y cuenta cada una de las diferentes escenas siempre con una cámara estática pero con una prodigiosa y estudiada puesta en escena, que nada tiene que envidiar a los múltiples giros visuales que el cine comercial nos tiene acostumbrados.Hay quienes dirán de ella que es una comedia, pero de serlo me parece una de las comedias más negras que recuerdo haber visto. No es complaciente ni con el espectador, ni mucho menos con sus personajes. Juega con metáforas y alusiones constantes, algunas más explícitas que otras. Pero lo que la convierte en una obra maestra es su prodigio a la hora de transmitir sensaciones. Personalmente no recuerdo un solo momento donde no me transmitiera algo, a veces risa, otras desasosiego y hasta culpa y remordimientos simplemente por el hecho de ser un humano más condenado a vivir en un mundo lleno de sentimientos encontrados.

Abalada con el León de Oro a la mejor película del pasado festival de Venecia, esta propuesta tiene todos los ingredientes para ser deleitada por el gran público, aunque ello suponga hacernos reflexionar y darnos cuenta de que la vida no es más que una repetitiva sucesión de imágenes absurdas rodadas en un plano fijo, que no quiere, o no puede avanzar. Roy Andersson ha cerrado su trilogía, y no lo podía haber hecho de mejor forma.
10/10