Hechos de violencia sin precedentes están teniendo lugar en La Habana en contra de los fanáticos del rock. Los hechos atribuidos a una presunta pandilla integrada por aficionados al punk, apuntan a una supuesta estrategia para minar el movimiento.
A inicios de septiembre, esta supuesta pandilla protagonizó un episodio violento en La Madriguera, sede capitalina de la estatal Asociación Hermanos Saíz (AHS), que incluyó daños materiales.
“Los directivos de la sede determinaron, como medida momentánea, suspender la peña que realizábamos los dos últimos sábados del mes, donde ponemos música grabada del género”, informó uno de los encargados del sonido en La Madriguera y quien también es rockero.
“Estoy de acuerdo con esa medida porque ya las cosas están fuera de límites con esa gente maleando el único espacio que queda en la ciudad para escuchar rock and roll. Eso nunca había sucedido en este ambiente; fuera de las broncas normales, jamás se dio el caso de una pandilla con el único fin especificó de crear violencia fula”.
Entre la fanaticada rockera, algunos creen que estos hechos no ocurrirían si la Sala Maxim estuviese funcionando. Otros van más allá y opinan que se trata de “un sabotaje contra el movimiento rockero”.
“La Policía ni se inmuta, no hace nada”, denunció la joven rockera Elisabeth Yáñez.
Con información de Diario de Cuba. ¿Qué Opinas?