A veces, tipos exitosos, pensantes, de experiencia tienen arranques de boludo. Creo que esto les pasó a Juan Sebastián Verón y Angel Cappa.
Pasado tanto tiempo es inútil reeditar la guerra Menotti-Bilardo. Cada uno con su idea salieron campeones del mundo. Ya quedó atrás el Estudiantes de Zulbeldía y el Huracán del ’73.
Ha cambiado tanto el mundo, seguramente en una contradictoria evolución que, se ve más como una involución. Y el fútbol de hoy nada tiene que ver con aquellas posturas bélicas de Don César y el Narigón. Ni siquiera –entre los protagonistas- se comparan el orgullo, el amor a la camiseta y el honor. El estado físico, la rapidez y el olvido de la habilidad marca al fútbol de hoy.
Hay diferencias de criterio. Hay planteos más conservadores que otros. Existen generadores de juego y quienes lo rompen. También hay mixtos. Aparecen matices, pero hoy nadie se chupa el dedo. De hecho cualquiera le gana a cualquiera. El Barça juega bonito y eficiente y lo acostó el Inter.
Cappa es un técnico de gran experiencia y personalidad. Verón es indispensable para la Selección casi pasado de edad. Son dos tipos para aplaudir que por un momento se convirtieron en dos adolescentes atacados por los males del onanismo. Creo que, cuando se dieron cuenta del absurdo contrapunto, se miraron las palmas de las manos.
Pero yo me puse muy contento con el resultado de esa pelea. Porque por más que el periodismo le dio manija, el público no se prendió. ¿Se acuerdan de los Bilardistas y Menottistas?.La gente se mataba. Hoy noooo… Y eso me alegra mucho!
Omar Cerieldín
Columnista Especial