Una fiesta donde no faltaban los detalles: pizzas,baile, mentiras y fumaditas no demasiado sanas; y aunque sentía
remordimiento, actuó en conjunto con sus amigos sin pensar en las consecuencias.
De repente uno de ellos, Pedro, intentó sobrepasarse con ella cuando ya estaba medio borracho y le invitó a dar un paseo. Por unos momentos llegó a pensar que sus padres tenían razón cuando le avisaban frecuentemente de ir con cuidado con algún tipo de compañía y quizás era demasiado joven para actuar como lo estaba haciendo, lamentando como pudo haber obrado así. Le dijo a Pedro que le llevara con el coche a su casa cuanto antes.
Pedro mosqueado se puso a conducir en ese estado de embriaguez a toda velocidad, muy molesto con Jenny, ella le suplicaba fuera más despacio y le indicó que no volvería a salir más con él, mientras Pedro piso con fuerza el acelerador, impasible.
De repente vió un gran resplandor:─¡Dios ayúdanos a no chocar! ─dijo ella que recibió toda la fuerza del impacto, todo se puso negro, semi-inconsciente; sintió que alguien le sacó del auto retorcido y escuchó voces.─¡Llamen a la ambulancia! ¡Estos jóvenes tienen problemas! ─le pareció habían otros vehículos involucrados en el coche.
Despertó en el hospital viendo caras; personas del otro coche habían sufrido y le confirmaron muy tristes:─Estuviste en un choque terrible ─dijo alguien. Se enteró que Pedro estaba muerto y a ella misma le dijeron:─Jenny, hacemos todo lo posible para no perderte.Preguntó si las otras personas habían sufrido daño llorando.─Murieron también ─le indicaron. Jenny rezó a Dios solicitando su perdón, y le dijo que solo quería pasar una noche divertida.
Le dijo a la enfermera que por favor avisara a sus padres, y lo mal que estaba al sentir como les mintió. La enfermera le contestó que lo sentía. Sus padres eran los otros fallecidos en el otro vehículo, que fueron en la tarde a salir en su búsqueda. A los pocos minutos, Jenny falleció.