Las subidas afectaron principalmente a los impuestos que gravan el alcohol y el tabaco y, además, se creó un nuevo impuesto “ecológico” que afectará a aires acondicionados, neveras y aerosoles, y se acordó la prórroga hasta 2015 buena parte de los aumentos temporales que se han ido decretando en los 18 meses anteriores, entre ellas la del IBI.
Pero ese día el Gobierno sí atendió la petición de muchos ciudadanos de que baje los impuestos. Y la atendió. De hecho aprobó la exención de un impuesto. ¡Qué alegría! ¡Por fin se han dado cuenta de la necesidad de que se reduzca la presión fiscal sobre los ciudadanos! ¿Pero sobre qué impuesto? os estaréis preguntando; pues sobre el impuesto de primera matriculación o utilización de las embarcaciones de recreo o de deportes náuticos destinadas por las empresas exclusivamente al alquiler, con independencia de la longitud de su eslora. ¡Toma ya!
Resulta que nos están friendo a subidas de impuestos, subidas que afectan directamente a productos de primera necesidad, como los pañales, que tributan al 21%, y ahora los barcos destinados al alquiler no pagarán el impuesto de matriculación. ¿Qué intereses hay en esta decisión? ¿Por qué está información se omitió en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros? Yo me alegro de que bajen los impuestos, es algo que pido desde siempre, pero estas no son las formas. Se da la paradoja de que la luz, el gas, el teléfono, la ropa, el calzado o los pañales soportan un 21% de IVA y sin embargo, a los barcos de recreo les eximen del 12% de impuesto de matriculación. Esta es la España que tenemos, un País en el que su política tributaria es un sinsentido.