"Necesitamos una 'primavera europea' y esta debe ser el resultado de movimientos como el de los indignados, porque si los males proceden de Europa la solución está dentro, dice Ztvetan Todorov", uno de los pensadores contemporáneos más importantes, y autor de "Los enemigos íntimos de la democracia".
Madrid, EFE 11 de mayo de 2012
Y en este libro, "Los enemigos íntimos de la democracia", que el filósofo búlgaro, Premio Príncipe de Asturias, acaba de publicar en España y América, en el sello Galaxia Gutemberg-Círculo de Lectores, alerta de las amenazas que hacen peligrar a Occidente.
Unos peligros que, en opinión de Todorov (Bulgaria, 1939) residente en Francia desde 1963, no son tan visibles, como el uso del pañuelo o el burka por las calles y que son: "el ultraliberalismo, el mesianismo, la xenofobia y el populismo"
Unas tendencias perniciosas, que a su juicio y según explica hoy a Efe, van mucho más deprisa de lo que él mismo esperaba. "Acabo de terminar el libro y ya se están cumpliendo todos mis temores", dice en referencia a los resultados de las elecciones francesas del pasado domingo y a las griegas, donde la ultraderecha ha avanzado o donde, incluso, los partidos neonazis, como en Grecia, consiguen representación.
"La manera de combatir este auge de la extrema derecha -sostiene- no es culpabilizándose o manteniendo discursos moralizantes, sino que hay que ir a las causas de ese descontento de las personas que han votado en contra de la forma tradicional de hacer política", argumenta el pensador.
Y añade que el origen de este rechazo son "las perdidas de las referencias tradicionales, la disolución de los vínculos sociales, la globalización económica y el individualismo".
Todos estos factores son para el autor de "El miedo a los bárbaros", los que están cambiando la sociedad contemporánea, "ya que recaen en los más desfavorecidos de Francia, Italia, España...de todos los sitios". "Todos estos factores son invisibles -recalca-, porque no se pueden ver.
"Si no les ofrecemos resistencia, algún día, acabarán vaciando de contenido este régimen y dejaran a las persona desposeídas y deshumanizadas". Así se manifiesta Todorov en el libro.
Una resistencia que el pensador cree que puede ser una oportunidad para que Europa refunde la democracia y deje atrás la "estéril oposición entre sociedad patriarcal represiva y sociedad ultraliberal deshumanizada".
"Pensemos en una 'primavera europea', tras la 'primavera árabe, que devolviera todo su sentido a la aventura democrática que emprendimos hace varios cientos de años", sentencia.
Y cuando se le pregunta al prestigioso lingüista si la democracia está en peligro este contesta: "la sociedad del bienestar es el equilibrio entre las libertades individuales y la defensa del interés común, y si el poder deja de ser del pueblo, si la democracia solo vela por el interés de unos pocos, como los ricos o las grandes empresas, no se podrá hablar de democracia sino de plutocracia".
Así este intelectual, que dirige desde 1987 el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) y que ha estado en las universidades de Nueva York, Columbia, Harvard o California, vuelve e insiste en la necesidad de que se produzca una 'primavera europea'.
"Una apuesta muy gorda", a su entender. "Los indignados surgieron en España y luego se extendieron por todo el mundo y no han sido capaces de crear un movimiento político eficaz, pero sí han sido capaces de hacer preguntas muy importantes y fundamentales como cuál es el sentido de la vida en la que estamos encerrados y cuál es el tipo de sociedad en la que queremos vivir", añade.
Al filósofo, el triunfo de François Hollande en Francia le suscita un "entusiasmo moderado, porque dentro del partido socialista hay muchas tendencias y no se puede cantar victoria", advierte. "Hollande dice que está a favor del crecimiento y eso es fantástico -continúa-, pero una cosa es manifestar un deseo y otra qué medios tiene para desplegarlo".
Carmen Sigüenza