La pequeña Gisela Cardoso de Souza apenas tiene una semana de vida, pero podría pasar por un bebé de seis meses. Décima hija de una indígena brasileña de 42 años, la niña nació el pasado martes en el estado de Amazonas con nada menos que 7,1 kilos de peso y 60 centímetros de altura. Y no es el único caso de retoños gigantescos en esa misma familia.
La madre, llamada Rosinete, dio a luz por césarea. Los médicos del hospital de Nova Olinda do Norte, donde fue atendida, explicaron que la pequeña presentó un cuadro de macrosomía fetal, es decir, un tamaño excesivo, según informa la prensa local.
No es la primera vez que Rosinete, de la etnia mundurukú, da a luz a un bebé crecidito. Entre sus nueve hijos anteriores se incluyen al menos otros dos que nacieron con 6 y 5,6 kilos, respectivamente.
La familia vive en una aldea de Kuatá, en el interior de Amazonas. Después del parto, tanto la madre como la hija se encuentran en buen estado de salud.
Desde | El Mundo
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