Ése es el título del congreso que he organizado junto con el profesor Pedro Cardim y que se celebrará dentro de poco más de un mes en la Universidade Nova de Lisboa. Con motivo del tercer centenario del nacimiento de Bárbara de Braganza, la hija de Juan V de Portugal que contrajo matrimonio con el futuro Fernando VI de España en 1729 en la ciudad de Badajoz, hemos elaborado un programa que gira en torno a las relaciones entre Madrid y Lisboa después de la Guerra de Restauración portuguesa. Es decir, entre los años 1668 y 1759. Desde que ambos países alcanzan la paz hasta la muerte de la reina que aquí nos ocupa. Casi un siglo para pasar revista a las relaciones entre ambas cortes porque si algo he comprobado desde que empecé a trabajar el tema de las relaciones hispanolusas es que no abundan los trabajos para esta época. La mayoría de los historiadores que, sobre todo desde la parte española, se han acercado a este tema lo han hecho centrándose o bien en los años del periodo filipino, esto es, cuando Portugal estuvo –sin perder sus instituciones ni su condición de reino- bajo el dominio de los Austrias españoles (1580-1640), o bien en la guerra que la Monarquía de España libró contra los lusos para evitar, sin éxito, que éstos consiguiesen la independencia (1640-1668).
Para la época inmediatamente posterior el vacío es brutal y quizás este congreso sirva de algo. Quizás para llamar la atención a gente que, como yo, está empezando en el mundo de la historia.