Los primeros resultados fueron positivos, y sorprendentes, porque resulta que la llegada de Miller a los lápices de Daredevil coincidió con una aventura con la Viuda Negra y los Anihombres que en algún momento había pasado por mis manos cuando era un crío, así que encima la cosa se cargó de cierto sentimentalismo. Pronto, Miller se hizo cargo de los guiones, y terminaría dejando los lápices para dedicarse solo a la narración… y la serie ganó varios enteros. Y es que Miller como guionista es un puñetero crack, pero como dibujante, no es nada del otro mundo. La primera época de Miller en Daredevil estuvo marcada por la aparición de su personaje fetiche en Marvel, Elektra, el encumbramiento de Kingpin como máximo enemigo del Diablo Guardián, cambiando de la órbita de Spiderman a la de Daredevil; la transformación de Bullseye de un enemigo más a un personaje absolutamente emblemático y letal… ¿Corresponde el estatus de “mito” de esta historia con mi percepción?
Sí. La verdad es que sí. La historia es trepidante. Los personajes, geniales. La trama, una joya. Genial, de verdad. Luego Miller
Miller tenía que volver. El Diablo Guardián merecía volver a lo más alto. Y a lo más bajo. Y lo hizo en una novela gráfica, Amor y Guerra, que serviría de prólogo a la que probablemente sea la más aclamada etapa de la historia de Daredevil: Born Again. En Amor y Guerra, Miller hace tándem con Bill Sienkiewicz. Y Amor y Guerra es una OBRA DE ARTE. Pero así, en todos los sentidos. Supongo que mi relación con Sienki también es peculiar, y ha mejorado con los años. De crío leí cosas, como alguno de sus números de Nuevos Mutantes, y me parecía… raro. Quizá desconcertante sea la palabra. No creo que sea un dibujante con un dibujo que un niño pueda apreciar. Con el paso de los años he releído obras suyas, he “descubierto” a Bill Sienkiewicz. Y asumiendo que es uno de los más grandes dibujantes de la historia del cómic, Amor y Guerra es uno de sus mejores trabajos. Cada página, cada viñeta, cada detalle, es digno de admiración y estudio. Y por supuesto, la trama que Miller desarrolla para que Sienki la plasme en viñetas, es absolutamente perfecta. Víctor, el adversario de Daredevil en esta ocasión, es un auténtico psicópata perfectamente plasmado, Kingpin es… bueno, indescriptible. La araña monstruosa en el centro de una historia que envuelve como una telaraña a personajes y lectores.
Born Again llega justo después y es considerada por muchos la mejor trama de Daredevil. A mi me ha gustado mucho más
Matt Murdock, Glorianna O´Brenn, Foggy, Kingpin, Ben Urich… todos se convierten en piezas de un historia excelente, la bajada al infierno y ascenso de Daredevil, quizá con un final un poco metido con calzador, pero que en su desarrollo, es absolutamente adictiva.
Así que, si alguno queda por ahí sin leerla, que lo haga. Y si me tengo que quedar con un momento de toda esta historia, de toda esta trama… Mucha atención a la conversación entre Daredevil y Bullseye que tiene lugar en el último número de la primera etapa de Miller. Es absolutamente acojonante.
Acojonante, de verdad.