Un ejemplo de ello es Una revolución pequeña, lo último de Juan Aparicio Belmonte. Una novela muy entretenida, histriónica (aunque no tanto como El disparatado círculo de los pájaros borrachos) y con un sentido del humor tremendamente macabro. La voz de Aparicio Belmonte se mimetiza con la tela de nuestra hamaca de playa, ofreciéndonos entretenimiento del bueno. Y no es porque me caiga bien y sea una fiel seguidora de su blog, sencillamente creo que es una gran recomendación para estos días de vapores y sudores, donde siempre viene bien acompañar la cervecita con una buena carcajada.
Un ejemplo de ello es Una revolución pequeña, lo último de Juan Aparicio Belmonte. Una novela muy entretenida, histriónica (aunque no tanto como El disparatado círculo de los pájaros borrachos) y con un sentido del humor tremendamente macabro. La voz de Aparicio Belmonte se mimetiza con la tela de nuestra hamaca de playa, ofreciéndonos entretenimiento del bueno. Y no es porque me caiga bien y sea una fiel seguidora de su blog, sencillamente creo que es una gran recomendación para estos días de vapores y sudores, donde siempre viene bien acompañar la cervecita con una buena carcajada.