Una Sociedad con Dios

Por Zpc
Cuando los Cristianos pensamos en establecer un negocio, lo primero que debemos pensar es en hacernos Socios con Dios.
Como Cristianos, reconocemos que todo lo que poseemos es de Dios y que nosotros somos sus administradores. Dios nos da capacidades, habilidades y talentos para obtener bienes materiales que debemos de usar para honrarle.
Es por eso que si deseamos ser bendecidos en
nuestro trabajo y en nuestros negocios, necesitamos ser socios de Dios y ponerlo en primer lugar.
1. ¿Qué desea Dios que haga?
Lo primero que debes hacer, antes de tomar una decisión respecto al negocio que quieres emprender, es pedir la dirección divina. Tal vez tengas que orar por algún tiempo antes de saber qué tipo de negocio es el más convenientes para ti. Puede ser que lo que pensabas en un principio no se dé y al final encuentres que Dios quería algo completamente diferente a lo que tú habías pensado.
2. ¿Cuál va a ser el trato?
Cuando tienes un socio se llega a un acuerdo en cuanto a lo que va a aportar cada uno y el porcentaje de utilidad que les corresponderá. Lo mismo aplica para tu sociedad con Dios. Debes definir cuidadosamente los términos de tu sociedad con Dios. Ten en cuenta que lo que prometes debes cumplirlo "Cuando haces un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque Él no se deleita en los necios. El voto que haces, cúmplelo". Eclesiastés 5:4
3. No olvides presupuestar el Diezmo
Dar el diezmo no es una opción, como cristiano debes saber que es nuestra obligación darlo pues de lo contrario estaríamos robando a Dios. El diezmo debe ser independiente del acuerdo de sociedad que hayas hecho con Dios. Por ejemplo, el diezmo debes considerarlo como una salida de dinero que puede ir en tus gastos los cuales disminuyes de tus ingresos y te da la utilidad, entonces esa utilidad es la que estarías repartiendo entre tus socios, entre ellos Dios, dependiendo del trato que hiciste con Él. No te engañes tratando de sacar el diezmo de la utilidad. El diezmo se debe calcular a partir del ingreso bruto antes de impuestos.
4. Primicias
"Honra al SEÑOR con tus bienes Y con las primicias de todos tus frutos". Proverbios 3:9 En lo personal tengo una experiencia maravillosa con respecto a las Primicias; administré un negocio que estaba muy mal económicamente y cuando comenzamos a dar la primer venta del día para Dios, los ingresos aumentaron considerablemente.
5. Apoya a tu iglesia
Recuerda lo siguiente "Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 1 Corintios 3:7. Los ingresos que obtenemos son porque Dios nos da las bendiciones, así que lo menos que debemos hacer es agradecerle por medio de nuestras Ofrendas. Yo recomiendo otro 10% adicional al diezmo pero eso depende de cada quien. Además cada que se solicite tu ayuda para algún proyecto para tu iglesia deberías estar dispuesto a apoyar como gratitud por lo recibido de manos del Señor.
6. Consulta con tu Socio principal antes de tomar cualquier decisión.
"Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan" Proverbios 15:22
Qué mejor consejero que nuestro Dios. Pídeles que te guíe en todas tus decisiones y estarás seguro qué será lo mejor.
Los Cristianos vivimos por Fe en Dios. A algunos les podrían parecer demasiados éstos 6 puntos que acabo de compartir contigo, pero en forma personal los he aplicado y creéme que he recibido mucho más de lo que he dado.
Dios te bendiga en tu nueva empresa.