Una sociedad no amamantada: una sociedad no destetada

Por Tenemostetas
Por Ileana Medina Hernández


Imagen tomada de El País


La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición acaba de publicar los resultados de la Primera Encuesta Nacional de Ingesta Dietética Española, que ayer fue titular en casi todos los medios de prensa.
Sin embargo, hay un dato que no fue destacado en el informe, y por supuesto tampoco es rescatado por los medios, que se limitan básicamente a reproducir la nota de prensa de la Agencia:  en el listado de ingesta de alimentos diarios EL PRIMER LUGAR LO OCUPA LA LECHE (no sé si incluyendo sus derivados).
Algunas noticias dicen esto:
"En el listado de ingesta de alimentos diarios figuran en el cuarto y quinto puesto las bebidas alcohólicas y las refrescantes, por detrás de leche, frutas y vegetales, lo que para la agencia supone otro dato que debe preocupar."
De lo que yo infiero que el primer lugar lo ocupa la leche de vaca.
 
¿Cómo se puede interpretar este dato?
La misma Agencia de Seguridad Alimentaria entre sus recomendaciones incluye disminuir la ingesta de carne, dado que consumimos un exceso de proteínas y grasas animales. ¿Y qué pasa con la leche de vaca y todos sus derivados? ¿No son también una fuente principal de proteína y grasa animal? Sin embargo, con respecto a la leche de vaca, en su listado de recomendaciones, la Agencia Estatal no dice ni mú.
 
Muchas veces lo más interesante de las noticias no es lo que cuentan, sino lo que callan.
 
Somos la única especie de seres vivos que se alimenta de leche de otras especies, y además lo hace hasta la edad adulta, hasta el fin de sus días.
 
A la vez que convierte en tabú la leche de su propia especie.
 
La lactancia materna y cuál debería ser su duración natural, ha sido muy poco estudiada. Los escasos estudios al respecto sugieren que debería ser en algún punto entre los 2,5 y los 7 años; que los hombres de Atapuerca eran amamantados hasta los cuatro años; o que es muy difícil que se produzca un destete verdaderamente espóntaneo antes de los cuatro años. Los dientes que se caen a los 7 años se llaman "dientes de leche".
 
Siguiendo las pistas científicas, podemos darnos cuenta de que nuestra sociedad, donde la duración media de la lactancia materna es de 3, 2 MESES*,  NO HA SIDO AMAMANTADA. Es una "sociedad sin prolactina", que díría Michel Odent.
 
Como dice el dr. Pere Enguix: cuando un niño no ha recibido suficiente teta (entiéndase junto a teta, amor, sostén, mirada, placer, cuerpo, compañía, respeto...), se queda toda la vida enganchado de una teta.
 
Esa "teta simbólica" adictiva, insaciable y desesperada que no fue satisfecha en la infancia, puede tomar muchas formas (desde un trapito hasta las drogas, de fumar a ser adicto al trabajo, desde un osito de peluche hasta coches deportivos de último modelo, el ego, el poder o la fama) pero una de ellas es mucho más obvia: la leche de vaca. El sustituto de la leche materna por excelencia.
 
Que sea el PRODUCTO ALIMENTICIO MÁS CONSUMIDO, debe tener alguna razón. ¿Por qué dependemos tanto toda nuestra vida de la leche de vaca? ¿Por qué, aunque nos haga daño o seamos intolerantes, buscamos insistentemente otro "líquido blanco" con qué sustituirla? ¿Por qué no es, si acaso, un alimento más, sino algo que todo el mundo considera que "debe ser consumido", sobre todo por los niños?
 
¿Existe algún otro ser vivo en el planeta que nazca con la "necesidad" de consumir leche de otra especie? ¿Por qué se sigue considerando la "leche de vaca" y los lácteos como la única o principal fuente de calcio? ¿Si  es cierto que los niños necesitan tomar leche hasta los 7 años, alguna leche, (en Cuba se le garantiza leche subvencionada a los niños hasta esa edad, por ejemplo), lo lógico no sería que esa leche fuera la leche de su madre?
 
Tenemos una sociedad NO AMAMANTADA en su infancia; y como consecuencia, tenemos una SOCIEDAD NO DESTETADA. Una sociedad que NO SE DESTETA NUNCA, que sigue siempre adicta al "pecho materno" o lo que es peor, a sus sustitutos tóxicos y dañinos, en todas sus formas.
 
Ese es el gran secreto de la lógica de las sociedades de dominación. Somos todos niños privados de teta, de afecto materno, de placer y satisfacción emocional en la infancia. Y por tanto, adultos permanentemente adictos y vacíos, que para ser felices, siempre necesitamos "más".
 
*Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría. Informe técnico sobre la lactancia materna en España. An Esp Pediatr. 1999; 50: 333-340