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Una sola sinfonía: el Barcelona bailó al Real Madrid y lo goleó por 5-0

Publicado el 29 noviembre 2010 por Marianofusco

Una sola sinfonía: el Barcelona bailó al Real Madrid y lo goleó por 5-0

No hubo paridad. El Barcelona jugó como sabe y aplastó al Real Madrid. Lo goleó 5-0 en el Camp Nou y lo despojó del liderazgo. Marcaron Xavi, Pedro, Villa, en dos oportunidades y Jeffren.

Ni el mejor Madrid de los últimos años, revitalizado por la disciplina táctica y la voracidad ofensiva impuesta por José Mourinho, pudo con este Barça. Lejos de presentarle batalla, el cuadro “merengue” solo persiguió. Tuvo pocas veces el balón y fue ampliamente superado por un Barcelona arrollador.

Con Xavi e Iniesta ejerciendo de patrones e iniciando cada acción con la claridad de ideas que los caracteriza, el cuadro conducido por Pep Guardiola brindó un autentico recital.

Rozó límites insospechados de posesión. Movió el balón con suma delicadeza y expuso las debilidades de un Madrid que, impotente e incapaz, cayó rápidamente en la desesperación.

La superioridad quedó rápidamente expuesta y el local acumuló opciones. Messi fue el que contó con la primera. Di Maria –comenzó el encuentro recostado por la banda izquierda y luego de unos minutos, volvió a ocupar su posición habitual- perdió un balón controlado, Messi se la robó y la acción derivo en un corner. Ejecutó Xavi y tras una serie de rebotes, Puyol la dejó para el 10 y este remató a colocar. La pelota reboto en el poste.

Probó suerte Dani Alves, un minuto después y su remate desde afuera pasó cerca. Fue esta, la jugada que antecedió al primer tanto, marcado por Xavi a los 11 minutos. El nacido en Terrassa recibió la notable asistencia de Iniesta y tras el fallido intento de cierre de Marcelo, definió con acierto ante Casillas.

Con el Madrid en desventaja, Di Maria probó a Valdés y el arquero respondió de gran manera para enviar el balón el corner. Para el Madrid, jugar un par de minutos cerca del área rival fue poco menos que un alivio. El dominio del Barca era abrumador y el segundo no tardó en llegar.

Marcó Pedro, a los 17, y el Camp Nou volvió a estallar. El equipo tocó el balón no menos de veinte veces. Xavi lo tomó recostado sobre la derecha y con la sutileza que solo tienen los cracks, la cambió de frente para Villa. El 7 recibió solo y tras desbordar con suma facilidad a Sergio Ramos, asistió al tinerfeño. Este no falló.

Con Cristiano Ronaldo más preocupado en acaparar la atención del publico que en jugar, Ozil sumido en la más absoluta intrascendencia y Benzema acusando la falta de ideas de su equipo, el Real Madrid estuvo lejos de preocupar a Valdés.

Incapaz, entonces, de exhibir las virtudes que lo habían llevado al liderazgo y hacerle frente a su rival con armas nobles, el Madrid ensució el juego, buscando permanentemente el roce y pegando más de la cuenta. Lo permitió Iturralde González.

Probó dos veces Ronaldo, ejecutando un tiro libre frontal al área tras haber empujado a Guardiola –este impidió un lateral rápido escondiéndole la pelota al portugués- y disparando débilmente desde afuera del área.

Siempre con el balón en su poder, el Barça pudo haber aumentado a los 26 con Pedro – lo impidió Casillas- y a los 40 con Messi, quien tras una apilada marca registrada elevó su remate por encima del travesaño.

Semejante superioridad, llevó a Mourinho a tomar una decisión tajante. Buscando evitar la goleada, y antes de que se inicie el segundo tiempo, el portugués quitó del campo a Ozil y e incluyó a Lass Diarra.

Con el francés en cancha, el Madrid no mejoró ni un poco y siguió sufriendo los embates de un Barcelona que no mostró pereza ni conformismo. Villa lo perdió a los 47 y Xavi a los 51, tras ser muy bien asistido por Messi.

Cuatro minutos después, el 10 volvió a asistir, aunque esta vez al “Guaje”, quien mano a mano ante Casillas no perdonó. Pasaron 180 segundos y la acción volvió a repetirse. Nuevamente, Lio dejó solo al asturiano y este definió de primera para vencer la resistencia del arquero campeón del mundo.

Con el Barcelona ganando 4-0, el guión del encuentro no sufrió alteraciones. Lo que siguió fue un monólogo alucinante, decorado con triangulaciones maravillosas y caños al por mayor. Del cual el Barça fue el protagonista y el Madrid el partener.

Bojan, Keita y Jeffren ingresaron por Villa, Xavi y Pedro. Bojan lo perdió dos veces y cerca de la conclusión, Jeffren marcó el quinto. El canterano, unos de los tantos con los que el Barcelona inició y culminó el derby, le puso el broche de oro a otra acción antológica.

La imagen de Ramos, yéndose expulsado tras golpear salvajemente a Messi, fue el fiel reflejo de un Madrid absolutamente sobrepasado. La idea de Guardiola se impuso a la de Mourinho. Triunfo el fútbol de toque y aquellos que celebran y disfrutan de esta forma de entender y practicar este deporte, lo celebran.


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