Una superburbuja cósmica

Publicado el 20 julio 2011 por Jordiguzman

LA superburbuja LHA 120-N 44 en la Gran Nube de Magallanes. Crédito: ESO/Manu Mejias

El Very Large Telescope de ESO capturó esta vista impresionante de la nebulosa alrededor del cúmulo de estrellas NGC 1929 en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite de nuestra Vía Láctea. Esta guardería estelar está dominada por un ejemplar colosal de lo que los astrónomos llaman una superburbuja. Su forma está siendo esculpida por los vientos de brillantes estrellas jóvenes y las ondas expansivas de las explosiones de supernovas.

La Gran Nube de Magallanes es una pequeña galaxia vecina a la Vía Láctea. Contiene muchas regiones donde las nubes de gas y polvo están formando nuevas estrellas. Una de estas regiones, alrededor del cúmulo estelar NGC 1929, domina esta nueva imagen obtenida con Very Large Telescope de ESO, situado en la Región de Antofagasta en Chile. Esta nebulosa es conocida oficialmente como LHA ​​120-N 44, o simplemente N 44. Estrellas jóvenes y calientes en NGC 1929 emiten intensa luz ultravioleta que hace brillar el gas. Este efecto permite que resalte la llamada superburbuja, un inmenso globo de material de unos 325 por 250 años-luz de diámetro. Comparativamente, la estrella más cercana a nuestro Sol se encuentra a poco más de cuatro años-luz de distancia.

La superburbuja N 44 se produjo por la combinación de dos procesos. En primer lugar, los vientos estelares -flujos de partículas cargadas provenientes de estrellas muy calientes y masivas en el cúmulo – limpiaron la región central. Posteriormente, las estrellas masivas del cúmulo explotaron como supernovas creando ondas expansivas que empujaron el gas hacia afuera y formaron la brillante burbuja.

Si bien la superburbuja nace de fuerzas destructivas, nuevas estrellas se están formando alrededor de los bordes, donde el gas está comprimido. Como un reciclaje a escala cósmica, esta nueva generación de estrellas traerá nuevos aires de vida a NGC 1929.

La imagen fue creada por ESO a partir de datos astronómicos encontrados por Manu Mejías, de Argentina [1], quien participó en el concurso de astrofotografía Tesoros Escondidos de ESO 2010 [2]. El concurso fue organizado por ESO en octubre-noviembre de 2010, para todos los que disfrutan creando bellas imágenes del cielo nocturno a partir de datos astronómicos obtenidos con telescopios profesionales.

Notas

[1] Manu revisó minuciosamente el archivo astronómico de ESO e identificó un grupo de datos que finalmente utilizó para componer su imagen de NGC 1929, la que obtuvo el séptimo lugar en la competencia, entre casi 100 postulaciones. Su imagen original se puede ver aquí.

[2] El concurso Tesoros Escondidos de ESO 2010 dio a los astrónomos aficionados la oportunidad de buscar al interior de los vastos archivos de datos astronómicos ESO, con la esperanza de encontrar una joya oculta que pudiera ser pulida por los participantes. Para obtener más información acerca de Tesoros Escondidos, visita el sitio en inglés http://www.eso.org/public/outreach/hiddentreasures/.

Enlaces

  • Fotos del VLT

Nota de prensa publicada en el portal del Observatorio Europeo Austral (ESO).

El Very Large Telescope de ESO capturó esta vista impresionante de la nebulosa alrededor del cúmulo de estrellas NGC 1929 en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite de nuestra Vía Láctea. Esta guardería estelar está dominada por un ejemplar colosal de lo que los astrónomos llaman una superburbuja. Su forma está siendo esculpida por los vientos de brillantes estrellas jóvenes y las ondas expansivas de las explosiones de supernovas.

La Gran Nube de Magallanes es una pequeña galaxia vecina a la Vía Láctea. Contiene muchas regiones donde las nubes de gas y polvo están formando nuevas estrellas. Una de estas regiones, alrededor del cúmulo estelar NGC 1929, domina esta nueva imagen obtenida con Very Large Telescope de ESO, situado en la Región de Antofagasta en Chile. Esta nebulosa es conocida oficialmente como LHA ​​120-N 44, o simplemente N 44. Estrellas jóvenes y calientes en NGC 1929 emiten intensa luz ultravioleta que hace brillar el gas. Este efecto permite que resalte la llamada superburbuja, un inmenso globo de material de unos 325 por 250 años-luz de diámetro. Comparativamente, la estrella más cercana a nuestro Sol se encuentra a poco más de cuatro años-luz de distancia.

La superburbuja N 44 se produjo por la combinación de dos procesos. En primer lugar, los vientos estelares -flujos de partículas cargadas provenientes de estrellas muy calientes y masivas en el cúmulo – limpiaron la región central. Posteriormente, las estrellas masivas del cúmulo explotaron como supernovas creando ondas expansivas que empujaron el gas hacia afuera y formaron la brillante burbuja.

Si bien la superburbuja nace de fuerzas destructivas, nuevas estrellas se están formando alrededor de los bordes, donde el gas está comprimido. Como un reciclaje a escala cósmica, esta nueva generación de estrellas traerá nuevos aires de vida a NGC 1929.

La imagen fue creada por ESO a partir de datos astronómicos encontrados por Manu Mejías, de Argentina [1], quien participó en el concurso de astrofotografía Tesoros Escondidos de ESO 2010 [2]. El concurso fue organizado por ESO en octubre-noviembre de 2010, para todos los que disfrutan creando bellas imágenes del cielo nocturno a partir de datos astronómicos obtenidos con telescopios profesionales.

Notas

[1] Manu revisó minuciosamente el archivo astronómico de ESO e identificó un grupo de datos que finalmente utilizó para componer su imagen de NGC 1929, la que obtuvo el séptimo lugar en la competencia, entre casi 100 postulaciones. Su imagen original se puede ver aquí.

[2] El concurso Tesoros Escondidos de ESO 2010 dio a los astrónomos aficionados la oportunidad de buscar al interior de los vastos archivos de datos astronómicos ESO, con la esperanza de encontrar una joya oculta que pudiera ser pulida por los participantes. Para obtener más información acerca de Tesoros Escondidos, visita el sitio en inglés http://www.eso.org/public/outreach/hiddentreasures/.

Información adicional

ESO, el Observatorio Europeo Austral, es la principal organización astronómica intergubernamental en Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Es apoyado por 15 países: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza. ESO desarrolla un ambicioso programa enfocado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también cumple un rol principal en promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera tres sitios únicos de observación de clase mundial en Chile: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo y dos telescopios de rastreo. VISTA trabaja en el infrarrojo y es el telescopio de rastreo más grande del mundo y el VST (sigla en inglés del Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio más grande diseñado exclusivamente para rastrear el cielo en luz visible. ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, el proyecto astronómico más grande en desarrollo. ESO está actualmente planificando el European Extremely Large Telescope, E-ELT, el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de la categoría de 40 metros, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo en el cielo”.

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