Una supuesta burbuja de pedidos para Airbus

Publicado el 09 abril 2012 por Pedrosanzmarcos

Una supuesta burbuja de pedidos

abril 9, 2012 por PedroSanz
Archivado en la categoría: Análisis

 

Según los datos publicados por Airbus, la compañía tenía, a finales el año 2011, un total de 11.479 pedidos acumulados de aeronaves y un número total de unidades vendidas de 7.042, lo que corresponde en un total de 4.437 pedidos pendientes de atender (en terminología anglosajona, el backlog).

En 2011, Airbus entregó 534 aviones, por lo que a este mismo ritmo, las matemáticas nos dicen que hay trabajo para los próximos 8,3 años.

Esto en realidad no es cierto del todo, o al menos podríamos decir que los números no pueden ser tan fríamente interpretados. Airbus pretende incrementar su producción durante 2012 y 2013 de sus modelos más demandados, y a buen seguro se producirán cancelaciones que dejarán huecos libres en las cadenas de producción. La conjunción de ambas permitirá que una aerolínea no tenga que esperar tanto para recibir un nuevo pedido, a la vez que garantizará carga de trabajo, digamos, para los próximos 5 o 6 años (los responsables de operaciones de Airbus organizarán la cadena para que las cancelaciones queden automáticamente cubiertas con adelantos de producción).

Hay sin embargo una pregunta que algunos se están planteando: ¿estamos ante una burbuja aeronáutica, parecida a la inmobiliaria que ya hemos vivido?

Durante la burbuja inmobiliaria, el valor de los pisos subió porque la demanda era mucho mayor que la oferta. El mercado llegó a distorsionarse cuando los especuladores entraron en juego, y cuando la oferta adelantó a la demanda, y ésta frenó en seco por la restricción de acceso al crédito… los efectos ya los conocemos.

Parece que esto no se está extrapolando al mercado de aeronaves. Eso sí: los números anteriormente analizados suponen que la demanda es mayor que la oferta. El mercado está en una fase de expansión y eso parece indiscutible.  Sin embargo, los fabricantes no suben los precios, y de lo que se habla en el entorno industrial es de una elevada competitividad, de la aparición de nuevos integradores en países emergentes que pronto podrán ofrecer productos similares a mejores costes, y de la necesidad de aumentar el esfuerzo innovador.

En un mercado en expansión no suele importar, en principio, que aparezcan más competidores. Es lo que ocurrió en la crisis del ladrillo: en los años buenos no importaba que habiendo más tarta, aparecieran más cucharas. ¿qué está ocurriendo entonces?

Los ciclos en los que se mueve la industria aeronáutica son una parte fundamental de la respuesta. El desarrollo de un nuevo avión puede llevar en torno a los 10 años y en ningún caso menos de 5, cifra que está en el mismo entorno en el que a Airbus se le acaba la carga de trabajo hasta hoy contratado (no cito a Boeing, pero sus números son bastante similares).

Si hacemos del tiempo una línea elástica y le cambiamos la escala, resulta que en aeronáutica, dentro de cinco años es como decir “mañana”, y dentro de 10 años es algo así como “el año que viene”. Así pues, no podemos decir que las teorías más básicas del marketing estén fallando. Lo que ocurre es que efectivamente, hay capacidad para cubrir la demanda, y con los nuevos fabricantes que ya son una realidad en Brasil, Canadá, Rusia, India y China, todavía más. Sólo hay que ajustar un poco la escala temporal.

Por tanto, realmente no hay una burbuja en el sector aeroespacial, en el sentido de que haya un elevado número de pedidos que no reflejen la realidad del mercado de oferta y demanda. La preocupación porque exista dicha burbuja probablemente viene de que algunos puedan temer el dibujo de la siguiente gráfica:

Pedidos Airbus y Boeing 2000 a 2011

En la que se ve que mientras la cantidad producida se ha mantenido más o menos constante por parte de los dos fabricantes, el número de pedidos ha sufrido un pico enorme entre los años 2005 y 2008.

Para tranquilizar a quienes vean un pico difícil de asumir en este gráfico, sería conveniente ampliar un poco más la escala temporal, para observar que esta situación se ha repetido en el pasado:

Pedidos Airbus y Boeing de 1989 a 2011

              A finales de los 80 y luego entre los años 1995 y 2000 también se produjo un incremento de la demanda, que fue perfectamente absorbido por la producción. La ventaja es que el pico fue del orden de la mitad que el actual, por lo que el incremento de capacidad productiva que tuvieron que asumir los fabricantes está ahora más que amortizado, con perspectivas de volver a ampliarse.Más adelante echaremos un vistazo más detallado a estas gráficas, que dan lugar a muchas interpretaciones e interesantes estudios.