Una tapa de medusa, por favor

Moscas, medusas, grillos… no son, a primera vista, más que bichos y animales molestos de nuestro día a día, nada más lejos de la realidad. La FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations) ha publicado sendos informes en los que propone introducir los insectos como parte de la alimentación en la cultura occidental y básicamente en todo el mundo para aliviar el hambre. Al igual que con los insectos, el último informe apunta a las medusas como el próximo manjar en abundancia, en este caso el lema es un poco distinto “Si no puedes con ellas, cómetelas”.

Medusa 

INSECTOS         ¿Qué podría aportarnos comer insectos? Siempre hemos oído que los insectos son ricos en proteínas que se comen desde siglos en las cocinas orientales y son una fuente de calorías habitual para el hemisferio sur, pero seguramente la mayoría ni se ha planteado, más allá de catarlos como experiencia exótica, el hecho de introducirlos en su dieta. Tal vez deberíamos hacer un poco de auto-crítica y abrir la mente a este tipo de nuevos productos, este mundo globalizado nos puede proporciona todo tipo de facilidades y nos permite llegar a productos muy variopintos. Tal vez pueda incluso abrirse un nuevo mercado en el consumo controlado de insectos de calidad, granjas de cría o de recolección, empresas de elaboración y envasado…        Podemos aventurarnos a afirmar que no tenemos este tipo de productos en nuestra alimentación por un hecho puramente cultural. Algunos artículos hablan de que nuestros antecesores no tenían la posibilidad de consumirlos todo el año por cuestiones climatológicas y era un producto de temporada, no es el caso en zonas más tropicales donde su disponibilidad es permanente y la variedad y tamaño de los insectos mucho mayores. Este hecho implicaba que estos productos podían por sí solos ser una fuente alimentaria tremendamente accesible y muy importante, por ejemplo para ingerir proteínas de alto valor biológico.   Las propiedades que se les atribuyen van desde un alto contenido en sales minerales, según su naturaleza tienen un alto contenido en calcio o son ricos en magnesio. Aportan vitaminas de grupo B y una proporción muy alta de proteínas y fibra ya que su exoesqueleto no es digerible y actuaría como la fibra vegetal. La cantidad de esta proteína, apuntan en distintos estudios, es proporcionalmente igual o incluso superior en algunos casos que la carne que consumimos habitualmente de pollo, de cerdo o de ternera, reduciéndose la cantidad de grasas. Para las grasas se aconsejan las larvas que aportarían ácidos grasos en su mayoría poli insaturados siendo mucho más saludables que las insaturadas o “trans” que podemos consumir con un bollo o una hamburguesa de una cadena de comida rápida.  “Suelen tener una cantidad de proteínas muy parecida a la de la carne y los pescados, muchas vitaminas del grupo B y minerales como el calcio o el fósforo”, explica Ignacio Botella, médico especialista de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Sushi de insectos

   Si hemos introducido productos como la langosta, las gambas, el sushi a nuestra dieta ¿por qué no seguir ampliándola? Otras culturas se sorprenderían de ver como comemos criadillas, callos, caviar, caracoles…   MEDUSAS   Siguiendo este abanico de nuevas especies exóticas con las que la FAO nos brinda la posibilidad de ampliar nuestra paleta de sabores y experiencias, en su último informe nos muestra a las temidas medusas como un problema al que debemos ponerle solución. Entre las alternativas de uso que da a este animal es la de introducir ciertas especies como alimento habitual en nuestra dieta y así controlar la población. La pesca industrial ha reducido notablemente el número de peces en los mares, lo que ha facilitado el crecimiento de las poblaciones de medusas. Otros factores como el aumento de la temperatura del agua, la reducción del número de depredadores, ya que las medusas se alimentan de los juveniles de los peces, hacen peligroso el aumento descontrolado de la población mundial de medusas siendo el mar Mediterráneo y el mar negro el objeto del estudio de la FAO. En  resumen su miedo y su predicción es que en unos “años” estos mares dejarán de ser mares de peces para ser mares de medusas.

Tabla nutricional de la medusa genérica (www.miscalorias.com)

   Al igual que los insectos, las medusas llevan mucho tiempo siendo consumidas en otras culturas consideradas incluso un manjar. En Japón  se usan como ingrediente principal de muchos platos, como guarnición o incluso como snack. Las posibilidades que ofrece ese producto para elaborar platos es muy interesante, diferentes recetas que se pueden encontrar fácilmente por internet, van desde una ensalada, a galletas hechas con medusa deshidratada y rayada, tofu, sushi, salteado de medusa con ternera y verduras…

Ensalada de medusa (www.eladerezo.hola.com)

A parte de las ideas culinarias, es tal el problema con el control de población que la FAO busca líneas de negocio a base de medusas y apuesta por usarla para obtener productos médicos, se conoce una especia llamada "medusa inmortal” (Turritopsis nutricula), capaz de revertir su proceso de envejecimiento, lo que la hace interesante para tratar de conseguir los mismos efectos en humanos.El problema actual es la disponibilidad de estos productos, no podemos encontrarlos en cualquier supermercado cercano, si poco a poco la gente se interesa, las empresas verán negocio y podremos disfrutar de mil alternativas. Hoy por hoy el simple interés por estos productos abre un amplio debate ya que no tan solo es una cuestión de alimentación sino un cambio en nuestra cultura.