Una tarta para el reencuentro

Por Tatsu
Tras prácticamente un mes desaparecida en combate, ¡he vuelto! Los trabajos finales y los exámenes han acaparado todo mi tiempo últimamente, pero ahora al fin soy libre. De todos modos no he podido evitar sacar algo de tiempo para probar un par de recetillas, faltaría más.
Además, las frutas del buen tiempo son mis favoritas, así que no puedo resistirme a pensar en cocinar con ellas. Y por eso os traigo hoy una rica tarta de ciruelas rojas y cerezas. ¡Ñam! Y lo digo yo que no soy para nada de comer fruta cocinada, así que ya podéis imaginaros lo buena que está. Y como siempre además es muy sencilla, con el añadido de que queda preciosa gracias al color de la fruta.

Tarta de Cerezas y Ciruelas Rojas    (molde de 20cm)
Ingredientes:
Base 
100g de harina 50g de mantequilla fría
15ml de aceite
1 cda de azúcar
agua fría
Relleno
Cerezas y ciruelas rojas1 cdta de vainilla en polvo1 cdta de canela20g de azúcar morena
10g de azúcar blanquilla1 cdta de maicena
Agua
Instrucciones:
1. Lo primero es preparar la masa. En un bol se mezclan la harina y el azúcar con la mantequilla hecha cubitos, es importante que esté lo más fría posible. Se amasa hasta que la mantequilla se haya mezclado bien con la harina pero sin que llegue a derretirse, tiene que parecerse un poco a la miga mojada. Y se añade el aceite amasando hasta que esté bien incorporado. Y finalmente, para conseguir que la masa quede uniforme y más manejable se añade un chorrito de agua helada. Es mejor echarla poco a poco para estar seguros de que no nos pasamos de la cantidad justa o la masa quedará demasiado húmeda y pegajosa. Se deja reposar una hora en la nevera para que se endurezca y sea más fácil trabajarla para el molde.
2. Para trabajar la masa fría hay que colocarla en una superficie enharinada para impedir que se pegue, ya que al llevar mantequilla conforme se vaya calentando soltará un poco de grasa. Se estira con un rodillo y se forra el molde engrasado con la masa; tampoco hace falta que lo engraséis mucho porque en el horno la masa soltará algo se la mantequilla. También es posible que si hace mucho calor se reblandezca muy rápido y no la podáis amasar bien, como me pasó a mi. En ese caso la solución es fácil: estira lo que puedas y el resto constrúyelo con retales de masa, y termina igualando la base con una cuchara para evitar que queden grietas.
3. El horno tiene que estar precalentado a 175ºC antes de introducir el molde. Para evitar que la parte de arriba se tueste demasiado mientras se hornea es mejor cubrir la parte de arriba con un poco de papel de aluminio. Se pone el horno para que caliente sólo por la parte de abajo y se cocina 15 mins. Pasado este tiempo se retira el papel y se hornea 5 mins más con calor tanto arriba como abajo. El tiempo puede variar dependiendo de la potencia del horno, pero es muy fácil saber cuando está hecha la base porque cambia de color y se endurece un poco.
4. Durante los 20 mins de horneado hay que colocar la fruta troceada y deshuezada en un cazo a fuego medio-bajo. Se le añaden los dos tipos de azúcar y la misma cantidad de agua para que se forme un almíbar. Poco a poco la fruta irá soltando su jugo mientras se cocina, así quedará ácido pero con un toque dulzón. Es importa que la fruta se cocine hasta quedar un poco tierna pero siguiendo firme. Cuando haya llegado a ese punto de cocción se disuelve la maicena en un poco de agua y se agrega al almíbar, removiendo hasta que espese un poco. 
5. Cuando la fruta esté preparada se echa en la base y se vuelve a introducir 5 mins al horno para darle el toque final. Una vez fuera sólo hay que dejar que se enfríe o temple y está lista para comer.
Y esta tarta es el resultado de un domingo por la tarde cuando no puedes dejar de pensar lo bien que quedaría esa fruta que tienes ahí en una preciosa tarta. Probadla y veréis como me dais la razón.